El excandidato presidencial y líder del movimiento Creo, Guillermo Lasso, aseguró que el Gobierno empieza a palpar un doble descontento ciudadano. Por un lado está lo que él llama una persistente negativa, por parte del Régimen, a que la reforma constitucional sobre la reelección indefinida se zanje en consulta popular. Y, por otro lado, Lasso anticipa el rechazo ciudadano que se sentirá, los próximos días, cuando los ecuatorianos, a su juicio, palpen el “paquetazo arancelario de Correa”.
En una entrevista con Grupo EL COMERCIO, el excandidato presidencial cuestionó que el Régimen se haya empecinado en identificarlo como uno de los rostros del feriado bancario de 1999. “En este país hay dos tipos de banqueros corruptos: los que ahora están en Miami y los que están en el Gobierno”. Lasso dijo que quienes tuvieron que ver en el feriado de 1999 “son delegados ante el FMI, embajadores en Washington o el señor (Juan Carlos) Cassinelli quien fue funcionario del Banco de Tungurahua”.
Lasso insistió en que la consulta popular es necesaria para cambiar el modelo restrictivo que, a su juicio, impera el Ecuador y que ya se siente en la economía de las personas y en los riesgos de que se dispare el desempleo como consecuencia de la política arancelaria. En ese sentido, lamentó que la Corte Constitucional no diera paso a la revisión de la pregunta de su proyecto de consulta, que fue remitida por el Consejo Nacional Electoral, el mes anterior. Lasso dijo que desde las calles va a presionar ante “el grupo de gobierno” que vende la supuesta idea de la “socialización” de las enmiendas, cuando el 73% de las personas quiere ser consulta”.