El jueves 25 el canciller Ricardo Patiño convocó a la militancia a movilizarse a la Plaza Grande. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Alianza País (AP) analizará en esta semana los mecanismos internos para mejorar la capacidad de convocatoria y movilización de sus militantes. Uno de los propósitos medulares es contar con capacidad de reacción para contrarrestar actos políticos inesperados.
El jueves 25 de junio el canciller Ricardo Patiño lanzó un tuit por la noche en el cual invitó a los militantes de la Revolución a movilizarse a la Plaza Grande, “en este momento”. El objetivo era defender el proyecto político pues una marcha que nació en la avenida De los Shyris se dirigió hacia Carondelet. La convocatoria no fue la esperada y en el oficialismo se decía que llegaron mil simpatizantes.
La falta de reacción de los militantes trascendió el sábado 27 de junio cuando el Primer Mandatario hizo un llamado de atención al finalizar una sabatina en el Guasmo (Guayaquil) que duró cuatro horas.
Dijo que su movimiento debe tener capacidad de movilización para que en caso de emergencia se pueda llenar la Plaza Grande, en menos de 30 minutos. En AP, estas palabras son vistas como un llamado de atención. Legisladores como Rosana Alvarado y Fausto Cayambe aseguran que harán los correctivos necesarios.
Reforzarán el trabajo con las bases a través de tres mecanismos: Fortalecer a los Comités de la Revolución Ciudadana con la presencia de legisladores en territorio; intensificar los diálogos con los ciudadanos y de ser necesario retomar el acercamiento puerta a puerta. Finalmente, crear nuevos canales de comunicación que vayan más allá de las redes sociales.
Fuentes internas del oficialismo señalaron que dentro de AP existe preocupación por la capacidad de reacción de las bases, ante eventos fortuitos.
De hecho la incapacidad de llenar de improvisto la Plaza Grande el jueves por la noche no es el único ejemplo. El lunes 8 de junio, cuando fue la primera concentración en Quito, los manifestantes en contra del Régimen se tomaron la Tribuna de las Shyris, como un acto simbólico.
“A veces creemos que las redes son suficientes cuando no es así; la verdadera política está en las calles y hay que recuperar esos espacios”, aseguró la legisladora Alvarado.
Para opositores como Patricio Donoso (Creo), el argumento del oficialismo de reforzar las bases es una falacia, luego de ocho años en el poder y de tres semanas de marchas. Para el opositor, la escasa convocatoria que tiene el oficialismo refleja que está perdiendo el apoyo de sus bases y su capacidad de respuesta.
Sobre las alertas en redes sociales de que funcionarios públicos son obligados a participar en las concentraciones del oficialismo, Cayambe señaló que ese no es “su estilo de hacer política” y que dicha información forma parte de una campaña en su contra.
Opositores critican la actitud presidencial
Esta semana el diálogo por la equidad y la justicia social tendrá un nuevo encuentro con el sector de los trabajadores en Esmeraldas. Pabel Muñoz, de la Senplades, dijo que hasta el fin de semana los ministerios debían presentar las propuestas concretas para el diálogo, dependiendo de las aéreas de influencia y que esta información se consolidará en una matriz.
En este ambiente de impulsar un acercamiento la actitud del presidente Correa es criticada por políticos de oposición que la califican de confrontativa.
En el último Enlace Ciudadano, el Presidente utilizó términos como derecha, manipulación, guerra psicológica o élites. Criticó al alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, y negó la cifra del Municipio que contabilizó 370 000 marchantes.
La legisladora Cynthia Viteri (PSC) dijo que el Primer Mandatario mintió, pues se llenó la 9 de Octubre hasta el Parque Centenario. Sobre el ambiente político para esta semana, asegura que no es posible establecer si los ciudadanos se volverán a reunir para manifestar. “La venida del Papa será un paréntesis que incluya los días del Papa, se va y a la carga”.
El prefecto Paúl Carrasco ironizó: dijo que está “asustado” con la actitud del Presidente a la que calificó de desafiante. Para él las manifestaciones van a subir de tono, “la gente está cansada. Será una semana conflictiva y lo que hace es echarnos la culpa a los políticos, debería renunciar”.