Guadalupe Salazar y Rommel Salazar, dirigentes de AP, conversaron el jueves pasado con líderes de las bases en la circunscripción electoral dos de Guayas. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Renovarse o morir. Esa es la consigna que plantean los dirigentes del movimiento Alianza País (AP) tras las seccionales pasadas. El objetivo es ‘oxigenar’ a la agrupación oficialista que, desde el 2007, ha puesto dos presidentes de la República.
Los números obtenidos en las seccionales encendieron las alarmas y aterrizó a la realidad la necesidad de plantear una hoja de ruta.
Por ello, en los próximos dos meses estarán los resultados de una consultoría técnica que especificará si se cambian el color y el nombre del grupo. Tampoco se descarta abandonar el número 35 para adoptar otro. Todo esto de cara a las presidenciales del 2021.
El próximo 4 de agosto se cumplirá un año desde la VII convención nacional.
En ese encuentro se ratificó a Lenín Moreno como su presidente, a María Alejandra Vicuña como primera vicepresidenta, a Elizabeth Cabezas como segunda vicepresidenta, a Ricardo Zambrano como tercer vicepresidente y a Gustavo Baroja como secretario ejecutivo.
Pero hoy ellos tienen una realidad distinta. Vicuña dejó de ser vicepresidenta de la República y enfrenta un proceso por supuesta concusión. Cabezas dejó de ser presidenta de la Asamblea Nacional. Zambrano dejó de ser asambleísta para ser candidato a la prefectura de Manabí; y Baroja ha sido señalado en el caso Arroz Verde.
Cabezas refirió que hay “muchas inquietudes” por parte de la militancia en torno al liderazgo de su dirigencia nacional. Uno está ligado justamente a Arroz Verde.
“Afecta a la imagen, salpica (…) hay nombres y apellidos que están en los informes, esas personas tienen que clarificar cuál ha sido su rol”.
Baroja compareció por ese tema el pasado 1 de julio ante la Comisión Legislativa de Fiscalización, donde desestimo las acusaciones. “Es un claro intento, que no han podido lograr, de desaparecer de escena a Alianza País”.
Pero Cabezas va más allá. Cree que también se debe analizar la estructura de la dirigencia. “No sé cuál realmente es la situación de la exvicepresidenta Vicuña. Yo, en algún momento, pedí que la Comisión de Ética se pronuncie sobre la situación que ella estaba pasando y creo que sobre eso el movimiento debe tener acciones contundentes”.
Vicuña negó que esté alejada del movimiento y afirmó que participa activamente en las reuniones. Confirmó que hay talleres programados en estos meses antes de una convención cuya fecha está por definirse. No ahondó en más detalles.
Pero Zambrano es más crítico. Explicó que actualmente “hay un profundo divorcio” entre el Movimiento y el Gobierno. “Ningún miembro de AP es parte del Gabinete Ministerial ni trabaja para su fortalecimiento. Las bases están extremadamente resentidas”.
El manabita considera que el movimiento ha sido utilizado para ganar elecciones sin que haya habido el interés de fortalecer su estructura. Explicó que la lista 35 continúa pagando facturas de los errores que se hayan podido cometer en los gobiernos que llevó a Carondelet: Rafael Correa y Moreno.
En las seccionales, AP logró 29 alcaldías y 2 prefecturas, números que distaron de las 68 alcaldías y 10 prefecturas logradas en el 2014.
A nivel de bases, también se pide oxigenación. El pasado jueves la directiva provincial de Guayas de AP sostuvo una reunión con dirigentes del distrito electoral de Guayas, que abarca las parroquias Tarqui Popular y Pascuales, en Guayaquil.
En el corazón de Flor de Bastión, un sector sin vías asfaltadas y con mayoría de viviendas de construcción mixta, la legisladora Guadalupe Salazar dijo a un grupo de militantes, que la semana anterior la dirigencia nacional se reunió en Quito.
En la cita, detalló, se resolvió que en dos meses estarán los resultados de la consultoría. Ella también les contó que el lunes anterior el Gobierno tomó la decisión de ampliar los bonos para personas vulnerables.
Rommel Salazar, director en Guayas, reconoció que urge concretar la hoja de ruta para enfrentar las presidenciales. “Lamentablemente debemos reconocer que sí nos pasó factura todos los actos negativos del ‘correato’, entre ellos, los actos de corrupción generalizada”.
En contexto
Alianza País (AP) aspira a renovar su estructura para encarar las elecciones presidenciales próximas. Los últimos resultados electorales no fueron los esperados; por tanto, varios dirigentes piden tomar “medidas contundentes” para sobrevivir.