No solo hay malas noticias, enjuiciamientos, insultos y confrontaciones. Suceden también hechos estimulantes en el país, muchos de ellos protagonizados por la gente común, por aquella que solo aparece en la prensa roja, para fomentar el morbo y vender más.
Frente a un Estado y a un Ejecutivo cada vez más grande y concentrador, de manera germinal aparecen y se multiplican experiencias pequeñas pero significativas de recomposición de tejido social, de organización y empoderamiento de nuevos actores colectivos independientes del Estado, del dominante movimiento político del Presidente y de los grandes y tradicionales movimientos sociales.
Una de esas experiencias denominada Alerta Temprana realizada en el territorio bajo el paraguas del Contrato Social fue encabezada por la Asociación de Mujeres de las Juntas Parroquiales (AMJUPRE) acompañada por jóvenes, padres de familia, y organizaciones locales, quienes en el mes de septiembre pasado, aprovechando del inicio de clases en la sierra realizaron un levantamiento de información en cerca de 500 escuelas, la mayoría de ellas rurales, en 14 provincias del Ecuador. Fue un ejercicio para observar el impacto de la gran inversión educativa del gobierno. Algunos de los hallazgos son sorprendentes. Una parte del informe publicado en estos días dice: “La oferta educativa de primer año de educación básica parecería no haber cambiado en los últimos años, dando cuenta de un relativo estancamiento. 1 de cada 3 escuelas encuestadas no cuentan con este año de estudios. Para el caso del octavo su ausencia se registra en un 72% de las escuelas encuestadas. En otras palabras, los establecimientos educativos continúan brindando la llamada “primaria” y no han incorporado en su oferta ni el primero ni el octavo año, imprescindibles para el cumplimiento de la Constitución de garantizar el derecho humano a la educación”.
“Textos, uniformes y colación escolar, así como el bono matrícula asumido por el Gobierno (25 y 30 USD de la derogada contribución “voluntaria”), no llegan a todas las escuelas o llegan con retraso semanas y hasta meses después de iniciadas las clases. Gastos de la escuela aún son cubiertos por los padres de familia; 1 de cada 2 escuelas no cuenta con aula para cada grado; 1 de cada 4 no cuenta con espacio recreativo; 2 de cada 5 no tiene baterías sanitarias; 7 de cada 10 no han recibido mejoras en su infraestructura; el acceso a la escuela en 1 de cada 5 es riesgoso.”
Qué importante que hayan voces alternativas e independientes que informen sobre la inversión estatal, que es la inversión de todos. Esto le sirve al Ministerio de Educación para mejorar, al gobierno para ser más austero y prudente en la propaganda y a la ciudadanía para exigir. Un ejercicio de Alerta Temprana está por arrancar en la costa. Apoyémoslo.