Alerta naranja no significó dar recursos

El río Casacay se desbordó y destruyó la planta de tratamiento de agua que abastecía a tres cantones de El Oro.

El río Casacay se desbordó y destruyó la planta de tratamiento de agua que abastecía a tres cantones de El Oro.

El río Casacay se desbordó y destruyó la planta de tratamiento de agua que abastecía a tres cantones de El Oro. Foto: EL COMERCIO

La activación de los Comités de Operaciones de Emergencia y la puesta en marcha de los planes de contingencia para afrontar el invierno son las primeras acciones que se ejecutan con la alerta naranja, establecida el 2 de abril.

En eso consiste la resolución de la Secretaría de Gestión de Riesgo, pues esa alerta dispone la revisión y actualización de los planes de contingencia y mitigación de cada cantón.

La declaratoria para 19 de las 24 provincias ecuatorianas no significó entrega de recursos, según las autoridades de Chimborazo, Bolívar, Tungurahua, Cotopaxi, El Oro y Esmeraldas. Las primeras cinco provincias soportaron esta semana fuertes inundaciones.

En Chimborazo, se reestructuraron los planes de emergencia de los 10 municipios, para facilitar la asignación de recursos propios. El cantón Cumandá, en el límite con Guayas, es uno de los más afectados. Los derrumbes -que incomunican caseríos- e inundaciones son los problemas más frecuentes.

Para el alcalde Marco Maquisaca, la ventaja de la declaratoria es que los procesos que se suban al Portal de Compras Públicas se tramitarán con más agilidad, para ejecutar con más rapidez las obras urgentes.

La semana pasada, el Comité de Operaciones de Emergencia se declaró en reunión permanente y resolvió actualizar el plan de contingencia provincial, que incluirá una sistematización de los recursos con los que cuenta cada municipio para las emergencias.

Esa fue la primera respuesta de la provincia a la alerta naranja. “El propósito es facilitar la asignación de recursos para las obras urgentes de la provincia, pero un requisito son los planes de emergencia de cada cantón, actualizados”, dijo José Tenesaca, gobernador subrogante de Chimborazo.

Según Vinicio Coloma, prefecto de Bolívar, la alerta no ayudó a la provincia. La Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) solo les envió la comunicación, pero no recursos.

El Consejo Provincial de Bolívar declaró esta semana la emergencia para los cantones Chillanes, Echeandía, Caluma y Las Naves (en el subtrópico), por destrucción de vías, inundaciones y gente evacuada.

En Cotopaxi, la Prefectura suministró la gasolina para
movilizar retroexcavadoras, volquetas y tractores para atender las vías en La Maná y Pangua. El prefecto Jorge Guamán indicó que “no solo la Prefectura es responsable de atender a la gente por las lluvias, sino otras instituciones, como la SGR y el COE provincial”.

El Comité de Operaciones de Emergencia del cantón Ambato (Tungurahua) fue activado. Las intensas precipitaciones del 2 de abril inundaron y dañaron vías y casas.

Luis Amoroso, alcalde de Ambato, informó que se destinarán USD 460 000. “Activamos al COE cantonal para actuar de manera integral. Esta disposición nos faculta la suspensión de obras que se ejecutan para solucionar los efectos del mal temporal en los sectores como Pinllo, Shuyurco, Andiglata y Quisapincha”.

En la provincia de Esmeraldas, tres alcaldes y la prefecta indicaron que la alerta naranja por ningún lado implica recibir dinero. En el caso del cantón Esmeraldas, que tiene el 40% de la población asentada en zonas de riesgo, el alcalde Lenin Lara precisó no se ha recibido dinero del Estado.

Esmeraldas soporta un fuerte invierno desde el 24 de enero. De los USD 8 millones presupuestados para obras de la ciudad, una buena parte ha sido para los sectores afectados.

La prefecta Lucía Sosa aseguró que la alerta naranja es solo eso, una alerta. A la Prefectura, dijo, el Gobierno le debe USD 14,5 millones. Explica que la emergencia de noviembre del 2015 en 17 provincias no sirvió, porque no se recibieron recursos económicos.

Los alcaldes del cantón Rioverde, Dubal Güisamano; y de Quinindé, Manuel Casanova, dijeron que tampoco han recibido recursos. Desde que se emitió la alerta naranja, 30 COE cantonales y seis provinciales están activos.

El de Babahoyo, en Los Ríos, es uno de ellos. Ramón Larenas, director de la Unidad Municipal de Riesgos de Babahoyo, explica que el cambio de alerta permite a los gobiernos locales ejecutar directamente las acciones de contingencia.

Desde enero hasta la semana pasada, Los Ríos registra
1 175 afectados por el temporal. En Durán (Guayas), el Municipio activó sus planes de ayuda en esta semana y hubo
6 697 personas afectadas.

Nicolás Ugalde Yánez, alcalde del cantón Alfredo Baquerizo Moreno (Juján-Guayas), indica que el cambio de alerta amarilla a naranja implica que todas las instituciones y sus recursos, tanto humanos como logísticos, estén activos las 24 horas y siete días de la semana, mientras dure la emergencia.

Sostiene que, para mitigar la emergencia, en el momento, el GAD Municipal y la Prefectura del Guayas realizan trabajos de enrocado, en un tramo del río Los Amarillos, que sufrió un colapso debido a la creciente de este afluente del 4 de abril pasado.

Patricia Henríquez, vicealcaldesa y directora del COE de Machala, indica que con el cambio de alerta, en cada provincia afectada se deben revisar y actualizar los planes de contingencia, así como disponer de mayores de recursos económicos, pero no se les ha entregado un presupuesto para atender las emergencias.

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