¡ Alerta Ecuador !

A todos los ecuatorianos bien nacidos, dignos, libres.
A  los que no ponemos el cuello para que sirva de escalón a Su Majestad.
A los que no aceptamos las mentiras y embustes de las insultaderas semanales.
A los que no somos apátridas ni traidores al Ecuador y no  obedecemos  consignas de países extranjeros.
A los que no aplaudimos los crímenes de lesa humanidad de las FARC.
A los que no aplaudimos los asesinatos políticos, como el de Julio Soto, estudiante universitario abatido con 20 disparos a las 12 del día en Caracas.
A los que no tenemos como ídolos a Milosevic, Pol Pot, Stalin, Hitler, Chávez, Ortega y más sangrientos dictadores.
A los que rechazamos la alevosa y cobarde persecución a medios informativos y a periodistas, por no agachar el lomo ante el poder político.
A los que rechazamos el veneno, la mentira, el engaño que desparraman los estrategas del poder político.
A los que no aceptamos los indicios de  corrupción que reina en el Estado.
A los verdaderos herederos del heroico Rumiñahui.
A los que tenemos el cerebro y el corazón suficientes para rechazar cualquier tipo de dictadura y pelear por la democracia.
A los que no nos dejamos lavar el cerebro por las ideas fascistas.
A los ecuatorianos dignos, capaces, nacidos libres y que estamos dispuestos a morir libres.
 A los que no formamos parte del círculo de adulones del poder.
 A los que no nos humillamos los sábados frente al televisor y no miramos las cadenas diarias cargadas de  mala fe.
A todos ellos, hombres, mujeres, jóvenes, alertas para defender al Ecuador frente al ataque de los extremistas  que quieren destruirlo.
Fabián Páez Hermosa

Todo me salió mal en el IESS

En días anteriores estuve en el IESS para realizar algunas gestiones, pero me resultó un día de perros, pues nada me salió.
Un pequeño letrero en la puerta indicaba que por estas fechas atendían desde las 10:30, y lo normal es que uno madrugue. Para colmo, no había luz.
Figúrese, una institución de seguridad y previsión de tal importancia sin un generador de emergencia y que funcione, pues oí decir que lo tenían, pero dañado.
Intenté averiguar algo a una señora a la entrada, supongo que empleada, pero ella, con displicencia, me indicó que me ubicara en una inmensa cola.
¿Por qué tanta ineficiencia?
Algunos responderán que hace cinco o diez años era igual o peor.
Puede que así haya sido; es más, no lo discuto ni me interesa juzgar o consolarme con el pretérito; lo que juzgo es el triste momento que he vivido, y critico a una burocracia encandilada en la oscuridad, que olvida sus coordenadas.
Respecto de las autoridades, ¿creerán acaso que el sueldo les viene por designio divino?
Señores, ustedes están para servir al pueblo.
Mi reclamo es para que no se convenzan que estamos conformes con esta desgracia.
Carlos Donoso G.

El comunismo
Como al Ecuador se le quiere reinsertar al disimulo el comunismo, me permito rememorar  los consejos  proclamados en 1913 por Vladimir Lenin  para la toma del poder:
“Controlar todos los medios de comunicación.
Dividir a la población en grupos antagónicos.  Destruir la confianza del pueblo en sus líderes. 
Colaborar con el vaciamiento de los dineros públicos y provocar el pánico y el desasosiego en la población por medio de la inflación. 
Promover huelgas, aunque sean ilegales, en las industrias vitales. Registrar a todos aquellos que posean armas de fuego para  confiscarlas oportunamente haciendo imposible cualquier resistencia”.
Cada ciudadano ecuatoriano podrá ver  las asombrosas semejanzas o  coincidencias con lo que vivimos.
 La libertad de pensamiento, en cualquiera de sus manifestaciones, es requisito forzoso y necesario en todo Gobierno constitucional y democrático.
Raúl  Córdoba Avilés

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