Alemania recuerda a las víctimas del Germanwings con un funeral de Estado

Familiares de las víctimas del vuelo de Germanwings en los Alpes. Foto: JEAN CHRISTOPHE MAGNENET / AFP

Familiares de las víctimas del vuelo de Germanwings en los Alpes. Foto: JEAN CHRISTOPHE MAGNENET / AFP

Familiares de las víctimas del vuelo de Germanwings en los Alpes. Foto: AFP

Alemania recordará mañana, 17 de abril, a las 150 víctimas del avión de Germanwings que se estrelló el pasado 24 de marzo en los Alpes con un funeral de Estado en la catedral de Colonia, que aunará a clase política, familiares y allegados, los voluntarios que les auxiliaron y la cúpula de la aerolínea.

Tres semanas después de la tragedia, que presuntamente provocó de forma deliberada el copiloto del avión, Andreas Lubitz, se celebrará en ese templo un oficio ecuménico en que representantes de la Iglesia y políticos tratarán de plasmar en palabras mensajes de consuelo para quienes perdieron a los suyos.

Asistirá la élite política alemana en pleno, encabezada por el presidente del país, Joachim Gauck, y la canciller, Angela Merkel, así como la jefa del gobierno de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, y responsables de las principales instituciones y partidos del país.

España -de donde procedía un tercio de las víctimas- estará representada por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, mientras que Francia lo hará a través del secretario de Estado de Transportes, Alain Vidalies. Por parte del gobierno autónomo de Cataluña acudirá su vicepresidenta, Joana Ortega.

El oficio religioso por las víctimas del vuelo 4U9525, que cubría el trayecto Barcelona-Dusseldorf, estará oficiado por el arzobispo de Colonia, cardenal Rainer Woelki, y la presidenta de la Iglesia Evangélica de Westfalia, Annette Kurschus.

El discurso principal desde el estamento político alemán correrá a cargo de Gauck, independiente y pastor protestante.

Está prevista la presencia de unos 500 familiares, más 50 voluntarios que participaron en las labores de rastreo tras la catástrofe en los Alpes franceses.

El acceso al templo estará reservado a 1 400 invitados -entre políticos, familiares y 250 ciudadanos de Colonia, más un contingente restringido de periodistas.

Habrá posibilidad de seguir desde el exterior y en directo la ceremonia, a través de pantallas instaladas en la plaza junto a la estación de tren y en la Iglesia de Santa María de la Ascensión, vecinas a la catedral.

La primera cadena de la televisión alemana, ARD, y varios canales privados también transmitirán la ceremonia, que se abrirá a las 10:00 GMT y se prevé dure unas dos horas.

La Conferencia Episcopal alemana, anfitriona oficial del acto, ha invitado a la ciudadanía a depositar velas y flores en la escalinata de la catedral, a modo de acompañamiento silencioso de las familias.

El funeral de Estado sigue a otros emotivos actos celebrados en sitios como la pequeña ciudad de Haltern am See, en cuya escuela estudiaban 16 adolescentes que viajaban en el vuelo de Germanwings, la aerolínea de bajo coste de Lufthansa.

La catástrofe del Airbus A320 sumió a Alemania en la conmoción, mezclada cono el horror ante el goteo de informaciones procedentes de las cajas negras del aparato, las investigaciones de la fiscalía de D sseldorf y las filtraciones periodísticas.

Todo apunta a que Lubitz, de 27 años y con 630 horas de vuelo, aprovechó la ausencia de la cabina del piloto para cerrar por dentro la puerta y estrellar el aparato contra los Alpes, tras accionar el dispositivo de descenso e incrementar la velocidad.

Se sabe que Lubitz interrumpió en 2009 su formación en la escuela de Lufthansa por una depresión, que luego la retomó aparentemente recuperado hasta lograr su permiso de vuelo, que en los últimos tiempos había seguido varias terapias en paralelo y que el día de la catástrofe tenía una baja médica, que ocultó a su empleador.

Especialmente compleja para Lufthansa -cuyo presidente, Cartsen Spohr, asistirá al funeral- fue una declaración del departamento federal de Tráfico Aéreo, según la cual no se les informó del historial médico de Lubitz -incluidas sus tendencias suicidas-, aunque la aerolínea asegura haber cumplido todas las prerrogativas.

A raíz de la catástrofe, el gobierno alemán y la industria del sector crearon una comisión de expertos para mejorar la seguridad en los vuelos, incluido el cierre de la cabina desde su interior, introducida tras los atentados del 11-S de 2001 en Estados Unidos.

Lufthansa empezó a transferir esta semana 50.000 euros por cada pasajero a sus familiares, a modo de pagos puentes e independientemente de las indemnizaciones que se deriven.

El grupo de aseguradoras de la aerolíneas han reservado un monto de 278 millones de euros para indemnizar a las víctimas, en su mayoría ciudadanos alemanes o españoles, además de ciudadanos con pasaporte de Israel, Marruecos, México, Reino Unido, Argentina, Colombia, Holanda, Estados Unidos, Venezuela y Chile.

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