De Alejandro Olmos

Una vez más debo abusar de su gentileza para solicitarle la publicación de esta respuesta a la nota del columnista Carlos Larreátegui en la que recurre a la injuria para desacreditarme y a afirmaciones calumniosas que no puedo dejar pasar.

Una vez más recurre al argumento ad hominem, es decir  cuestionar a la persona y no a los argumentos  y su único fundamento es una nota aparecida en Perfil, hace un año, que no fue reproducida por ningún diario de Buenos Aires, que conocen mi trayectoria pública.
 
Respecto a la financiación de mi viaje, creo que en modo alguno relativiza mi denuncia pues  se sustenta en documentos, no en expresiones subjetivas como las que el columnista usa.
Para aventar cualquier suspicacia aclaro que el pasaje de avión fue costeado por mi amigo Enrique Gallegos Arens, y emitido en Quito por  Taca, como pueden verificarlo.

La estadía estuvo a mi cargo para algunos gastos menores, ya que me alojé en casa de amigos. Como investigador del Programa de deuda externa de la Federación Luterana Mundial, recibí un subsidio  para estas investigaciones.

Como Larreátegui no puede refutar con pruebas los términos de la denuncia que presenté al Fiscal del Estado, que involucra a su padre en el dictamen que emitió respecto al Tolling Agreement, y también a su padre  en los dictámenes aprobatorios del Plan Brady, recurre a argumentos periodísticos de bajo nivel para descalificarme, pero eso no le servirá de nada, porque las evidencias contra el ex Procurador Larreátegui son contundentes, y en un documento certificado de la Procuración de Tesoro de mi país consta una evidencia más que quise traer al Ecuador.

Es más que conocido que soy historiador, y mi conocimiento del derecho internacional y de otros aspectos del Derecho obedece a los estudios sobre los aspectos jurídicos de la deuda externa que vengo desarrollando desde el año   2000.
Indudablemente, muchos de mis trabajos jurídicos deben tener alguna relevancia, ya que he sido invitado a exponer en el Parlamento Latinoamericano, en la Universidad de Roma, Sao

Paulo, Buenos Aires, Santa Catarina, Nueva York y todas las universidades de mi país.
Importantes universidades de Estados Unidos y Europa han incorporado mis trabajos a sus bibliotecas y archivos, como por ejemplo Universidad de Oxford, Berkeley, Harvard, Austin, Instituto Iberoamericano de Berlín, etc.

Precisamente el trabajo que estoy preparando sobre la intervención de los procuradores ecuatorianos en los contratos de deuda, y algunos argentinos que ocupan la misma función y que será editado en Buenos Aires, lleva el prólogo del Dr. Salvador María Lozada, ex juez de Argentina y uno de los más importantes constitucionalistas de América, Presidente de la Asociación Internacional de Derecho Constitucional. Persona de tal relevancia no se arriesgaría a prologar una obra de quien no conoce el tema.
 
Respecto al Tolling Agreement, el informe sobre los aspectos jurídicos que yo preparé contó con el asesoramiento y respaldo de  eminentes juristas: Arístides Corti, profesor titular  de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires; Antonio Colomer Viadel, Director del Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Politécnica de Valencia, y
Fabio Marcelli, de la Universidad de Roma.

Como no se discuten  mis argumentos con pruebas, como las que yo puedo exhibir, no seguiré contestando este tipo de notas, debiendo aclarar que en ningún momento me he presentado como asesor del presidente Correa. Si los diarios lo han consignado así,  no es responsabilidad mía.

Agradeciéndole nuevamente la publicación de esta carta, ya que usted siempre tuvo la gentileza de hacerlo en otras oportunidades,  saludo con mi más distinguida consideración.
Alejandro Olmos Gaona

Suplementos digitales