Julio Robles, alcalde de Tulcán ejecutando el piano durante la inauguración del Teatro Lemarie de Tulcán. Foto: EL COMERCIO
Un imponente piano vertical marca Yamaha, ubicado en una parte preferencial de la sala de Julio Robles, alcalde de Tulcán, evidencia su pasión por la música. El Burgomaestre acaba de grabar un video musical en el que le canta a la capital carchense.
Un primer trabajo fue grabado hace un año. En esa ocasión le apostó a un popurrí de boleros. Junto a artistas profesionales carchenses agremiados a la Junta Provincial del Artesano decidió ser parte del catálogo de intérpretes e incursionar en el género vocal.
Javier Pantoja, artista que fue parte de la grabación explica que Robles tiene talento y domina varios géneros como la balada y el bolero. “No es ajeno a la música, es sobrino de Humberto y Campo Elías Robles Castillo, integrantes de Los Jaibos, protagonistas de la época de Oro de los tríos en la frontera norte”.
Sus primos Edwin, Giovanni, Miguel, entre otros, son parte de la generación de Los Robles, reconocidos desde temprana edad por sus voces y por la destreza que demuestran al momento de ejecutar la guitarra.
Julio Robles, alcalde de Tulcán presidió el desfile cívico militar realizado el pasado 11 de abril, con motivo de los 164 años de cantonización del cantón Tulcán.
Julio César comenzó en la música a los 7 años en los cursos vacacionales organizados por el Centro Cultural Comuneros de Tulcán. Wilmer Almeida, quien fue su instructor musical recuerda que desde los inicios se inclinó por el piano, alcanzando un alto nivel.
En el colegio La Salle de Tulcán tocó la lira en la banda de paz. Luego fue parte de la estudiantina y del grupo musical, ejecutando siempre el teclado. Más tarde fue el primer pianista de la primera Orquesta Sinfónica Juvenil de la Casa de la Cultura del Carchi.
Su padre, Julio César Robles Castillo (+), uno de los líderes políticos con trayectoria en Carchi, siempre le aconsejó que debía seguir un proceso de aprendizaje en forma ordenada. Le compró al principio una pianíca Yamaha, después un órgano Casio de cuatro octavas.
Cuando Julio Robles Guevara culminó la secundaria, su maestro Wilmer Almeida le aconsejó que alternara sus estudios superiores con la música. Han pasado los años y su maestro comenta que no solo es un buen ejecutante e instrumentista, sino que ahora sorprende cantando.
“Tiene un buen timbre de voz, canta en forma afinada y creo que tiene estilo distinto”, agrega Almeida. Robles, fue también pianista en la Zarzuela de la Universidad Católica. Sus ejecutorias musicales permitieron que acceda a una beca en ese centro universitario.
Una vez que llegó a la alcaldía de Tulcán en el 2010, promovió la creación de la Banda Municipal. Auspició a la orquesta colombo ecuatoriana Batuta, apoyó con instrumentos al grupo Atardecer Andino integrado por personas de la tercera edad en la parroquia El Carmelo y acaba de formar la banda de música Fundación Julio César Robles Castillo en el cantón Mira.
Su madre, Magdalena Guevara, cuenta en medio de una sonrisa que hasta antes de ser electo concejal, Julio únicamente cantaba en casa. Luego ya aprendió a saborear los aplausos del público. Sonriente Robles, agrega que ahora incluso es invitado a las comunidades como artista.
El pasado 21 de marzo, en el intermedio musical de la sesión solemne de la parroquia Santa Martha de Cuba fue invitado a cantar por un trío. Allí, interpretó el tema 17 años, que dedica regularmente a su esposa Andrea Sarmiento.
“No sé si lo hago bien, pero trato de ponerle chispa a los temas que interpreto. Intentó cantando y ejecutando el piano hacer más amigos”. Aclara que se trata de un hobby y que no busca popularidad o mezclar este arte con la política.
Ha compuesto dos pasillos que los dedicó a sus padres. Están grabados, pero son escuchados únicamente en el entorno familiar. Recuerda con nostalgia que cuando murió su padre, el piano fue su mejor aliado, refugiándose a los 17 años en la música para no caer en otras tentaciones.
Le gusta la guitarra por su afición a los boleros, pero no ha aprendido a ejecutarla. Ha cantado con Los Panchos, Villamarca y con Wilson Suárez, ex integrante de Los Antares. Las primeras canciones que aprendió en piano fueron Pobre corazón y Ángel de luz.
Espera aprender a cantar y bailar tango. El tema que más le fascina a este político carchense es Delicado tico tico de Ricardo Di Blasio. Ahora espera que su hijo Julio César incursione en la interpretación musical.
Para Almeida, su primer instructor musical, los músicos son personas descomplicadas, sencillas y ajenas a los conflictos, algo que quizás ha servido a Julio Robles para que maneje un discurso sencillo que pega en la gente.