El alcalde Rodas informó que suscribió una resolución en la que declaró el estado de emergencia en el Distrito Metropolitano de Quito. Foto: Diego Puente/ EL COMERCIO.
El alcalde Mauricio Rodas informó el lunes 17 de agosto del 2015 que suscribió una resolución, en la que declaró el estado de emergencia en el Distrito Metropolitano de Quito. Con este mecanismo se podrá reaccionar en forma oportuna frente a cualquier eventualidad y se movilizarán recursos para atender los sucesos que se deriven de una erupción del volcán Cotopaxi.
El documento, que fue firmado el sábado pasado, establece que se podrán movilizar todos los recursos de manera inmediata en caso de necesitarlo. “Hay que estar preparados”, dijo Rodas.
El Alcalde mencionó que es respetuoso de lo que señala el Decreto de Estado de Excepción que firmó el presidente Rafael Correa, también el sábado. En este documento se indica que el único vocero oficial sobre la situación del Cotopaxi es el ministro coordinador de Seguridad, César Navas.
La tarde de este lunes, Rodas convocó a una sesión del Concejo Metropolitano para explicar los avances de los planes preventivos. Los servicios básicos en la ciudad están garantizados. Marco Antonio Cevallos, gerente de la Empresa de Agua Potable y Saneamiento, dijo que no se han presentado problemas en los equipos de filtración de las 21 plantas de tratamiento de agua.
En caso de que exista un incremento en la actividad que pueda perjudicar al sistema, se activará el acuífero de Iñaquito.
También se estudia la construcción de tres pasos elevados para sustituir a los pasos subfluviales que están en zonas conflictivas. El costo de estas estructuras bordea, en total, los USD 5 millones.
La ceniza que cayó el pasado viernes en el sur y centro de Quito sí afectó a las unidades de transporte municipal. Alexandra Pérez, gerenta de la Empresa de Pasajeros, indicó que se tuvo que parar la operación de 54 unidades. Esto representó que la capacidad operativa baje al 50% debido a la disminución operacional.
Las unidades pertenecen a la flota que se adquirió en 1995 fueron las más afectadas. Estas, solo funcionan conectadas a los cables de la línea aérea y no pueden circular con el sistema a diésel.
Por su parte, 59 troles comprados en el 2000, que funcionan también con diesel tuvieron problemas de recalentamiento.
Los articulados sufrieron también de desgaste de carbones, taponamiento de filtros de aire y daños al motor a diésel. Según información de la Empresa de Pasajeros, se aumentaron los daños al radiador y a los ventiladores.
Para compensar la salida de circulación de los articulados, se contrató el servicio de 15 buses normales. Sin embargo, la empresa garantizó para estos días el servicio. Además, estudia los planes para el regreso a clases de los estudiantes de educación básica y bachillerato.