Un argumento para crear una nueva Ley de Comunicación es que los periodistas no investigan completamente un hecho. Precisamente, existe una percepción similar sobre los periodistas deportivos. ¿Por qué?
La cobertura de la información la puede realizar cualquier periodista con preparación. Pero los periodistas deportivos nos hemos limitado a tratar las noticias solo desde un ámbito. Cuando un futbolista tiene problemas legales, la cobertura lo realizan los periodistas de las secciones política o judicial. Seguramente, no nos involucramos demasiado para evitar errores y ocultar nuestras deficiencias. Entonces, estamos omitiendo cosas y centrándonos en la actividad deportiva.
¿Eso quiere decir que al periodista deportivo le falta una visión más integral?
En algunos casos sí. Cuando trabajé en prensa escrita, un editor me dijo que el periodista debe ser todólogo. En efecto, debemos tener un conocimiento más amplio de lo que implica un deportista en la colectividad. Entonces, sí deberíamos investigar e involucrarnos más.
¿Eso ocurre por la falta de autopreparación del periodista o es un problema educativo de formación?
Existen responsabilidades compartidas. Pero cuando no se aprende en las aulas, existe la opción de investigar por cuenta propia. En general, existe falta de investigación después de la universidad. Por ejemplo, antes de cubrir un torneo se indagan sobre las reglas de la disciplina deportiva. Es igual en la profesión. Por eso, estimo que el periodista debe ampliar su espectro. La autopreparación es vital.
Al periodista deportivo también se lo acusa de obvio. Es decir, que siempre repite las mismas preguntas y acude a los mismos personajes. ¿Por qué?
Esto ocurre por falta de preparación. Pero en la mayoría de ocasiones no se toma en cuenta que el periodista deportivo tiene que entrevistar a personajes con un entorno cultural distinto. Por lo general, ellos provienen de lugares humildes con poca preparación y se enfrentan inesperadamente a la fama. Entonces, es complicado entrevistarlos porque tienen pocas respuestas. Así, acudimos a los mismos personajes y caemos en un círculo vicioso.
¿Qué quiere decir con un círculo vicioso?
Escoger a los mismos personajes, a los que responden con fluidez. Esto no quiere decir, que el periodista dejara de entrevistar a otros personajes. Es un proceso de aprendizaje entre las dos partes. Por ejemplo, existían jugadores que antes de salir al exterior respondían con monosílabos. Eso cambió y luego, ellos obtuvieron nuevos conocimientos e, incluso, aprendieron nuevos idiomas.
Pero la labor del periodista es realizar entrevistas sin importar el personaje…
Hay que tomar en cuenta un aspecto importante: un jugador puede ser figura en la cancha, pero no fuera de ella. El deportista no tiene la responsabilidad de ser un gran interlocutor en una entrevista. Es por eso que en ocasiones se elige al mismo personaje para una entrevista.
El fútbol genera pasiones y, en ocasiones, los periodistas no pueden ocultar su afinidad por un equipo. ¿Cómo deben procesar esas emociones?
Estoy convencido de que la afinidad o la emoción que genera un equipo no debe reprimirse. Los periodistas transmitimos emociones y debemos comunicarlas. Lo malo está en omitir hechos o mentir. Eso es incorrecto. Estoy en desacuerdo con quienes critican a un periodista que transmite con emoción la obtención de una medalla de oro en los Juegos Olímpicos, como lo hizo Jefferson Pérez, o la obtención de un título, como el de Liga de Quito. Hay que sentir esas emociones, pero procesarlas y transmitirlas con honestidad.
La televisión, la radio y la prensa escrita tienen lenguajes diferentes para informar sobre el deporte. ¿Debe tratarse eso en la nueva Ley de Comunicación?
Existen diferencias en todos los ámbitos, no solo en los medios de comunicación. Lo importante es que pese a las diferencias debemos saber transmitir el mensaje y ser solidarios con el resto. Eso debe tomarse en cuenta para cualquier análisis.
El deportista es un personaje público y está expuesto a escándalos en muchas ocasiones. ¿Su vida íntima debe estar fuera de la agenda de los medios?
Debemos tratar los temas noticiosos, pero respetar el aspecto privado de la persona. La vida íntima cuenta detalles que a veces no aportan nada.
¿Los periodistas deben tener ‘espíritu de cuerpo’?
Se puede apoyar un criterio, una idea, pero no una información errada.