Bagdad, AFP
Cinco potentes bombas provocaron el martes la muerte de al menos 112 personas y dejaron 207 heridos en Bagdad, en la tercera ola de ataques perpetrada desde agosto pasado en la capital de Iraq.
Los ataques se producen tras la adopción el domingo por el Parlamento de la ley electoral que abre la vía a la celebración de las segundas elecciones legislativas desde la caída del régimen de Sadam Husein en 2003.
Las explosiones se produjeron de forma casi simultánea, en diversos barrios de la capital.
“Al menos 112 personas murieron y 207 resultaron heridas en los atentados con coches bomba”, indicó una fuente del Ministerio del Interior.
En el barrio de Dora, en la entrada sur de Bagdad, un kamikaze hizo explotar su vehículo contra una patrulla de la policía frente al Instituto de tecnología, matando a 15 personas -tres policías y 12 estudiantes- e hiriendo a 23, según la misma fuente.
Los otros cuatro atentados, que se cobraron la vida de al menos 97 personas, tenían por blanco el palacio de Justicia en el barrio de Mansur (oeste) , el ministerio de Trabajo en la calle Palestina, una oficina del ministerio del Interior en la zona de Al Nahda y el mercado Rasafi, en el centro de la ciudad.
“Muchos de los 39 cuerpos que hemos recibido estaban destrozados y muchos eran de mujeres”, afirmó un responsable del hospital Medical City, del centro de la ciudad.
La primera explosión se produjo a las 10:25 locales (07:25 GMT) y fue seguida minutos después por las demás.
Ningún grupo ha reivindicado hasta el momento los atentados, pero la coordinación de las explosiones lleva la marca de la red islamista Al Qaeda.
Tras las explosiones se oyeron disparos esporádicos, seguidos por las sirenas de vehículos de emergencia, al tiempo que los helicópteros surcaban el cielo y las carreteras eran cortadas or las fuerzas de seguridad.
La violencia en el país había registrado una clara merma en noviembre, con un balance total de 122 muertos, el mes con menos víctimas desde la invasión estadounidense de 2003.
Sin embargo, el gobierno iraquí y el ejército estadounidense han advertido de la posibilidad de un incremento de los ataques a medida que se acercan las elecciones que, según acordó este martes la Comisión Electoral, se llevarán a cabo el próximo 6 de marzo.
La amenaza de violencia política relacionada con los comicios ha sido una de las principales preocupaciones tras los sangrientos ataques en Bagdad en agosto y octubre, que se cobraron la vida de más de 250 personas.
Estos ataques socavaron también la confianza depositada en las fuerzas de seguridad iraquíes.
“Creemos que se intentará llevar a cabo más ataques antes de las elecciones”, señaló en noviembre el general Ray Odierno, comandante de las tropas estadounidenses en Iraq.
Naciones Unidas pidió el lunes a Iraq que anunciara “cuanto antes” la fecha de los comicios, que en un primer momento se esperaban para enero.
Esos comicios son considerados cruciales para apuntalar la democracia y asegurar el cumplimiento del plan que prevé un completo retiro a fines de 2011 de las tropas estadounidenses que invadieron el país en 2003.
Estados Unidos tiene 115.000 soldados en Iraq, pero esta cifra caerá a 50.000 el año que viene con la retirada de las tropas de combates, antes de la retirada completa a finales de 2011.