Dos ajustes a la fórmula del anticipo al impuesto a la renta

El paquete de reformas tributarias que alista el Gobierno incluirá dos ajustes a la fórmula del anticipo al impuesto a la renta (IR), que permitirá reducir el monto que los empresarios cancelan por este tributo.

La medida fue una de las propuestas aceptadas por el Gobierno tras los diálogos efectuados en el Consejo Consultivo Productivo y Tributario.

Para calcular el anticipo se aplica una fórmula que contempla: costos y gastos deducibles, activos totales, patrimonio e ingresos de las firmas.

El director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Leonardo Orlando, señaló que se trabaja en la propuesta para excluir del cálculo los rubros de sueldos y salarios del total de costos y gastos deducibles.

El ajuste es relevante porque las remuneraciones, según el titular, representan el 25% de los gastos de las empresas.

El segundo cambio es que, en la fórmula, las nuevas inversiones ya no constarán dentro del rubro de activos.

Los sectores que demandan más mano de obra, como el industrial, comercial y el agrícola fueron quienes solicitaron la exclusión del pago de sueldos y salarios en los diálogos con el Ejecutivo. El argumento fue que estos rubros ya están gravados con otras obligaciones adicionales como el aporte al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Según el analista tributario Napoleón Santamaría, esta modificación representará entre el 12% y 18% del total del anticipo, que ya quedaría a favor de las empresas.

Richard Martínez, presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), explicó que el impacto del cambio en la fórmula del anticipo dependerá de cada sector.

La medida beneficia principalmente a aquellas empresas que tienen un mayor número de personal empleado. Para el titular de la CIP, la medida es positiva, pero insuficiente para contribuir con el fortalecimiento del sector empresarial.

El planteamiento inicial del sector fue la eliminación del anticipo al IR, para todas las empresas o, al menos, cambiar completamente la fórmula de cálculo, precisó Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE).

Pero, en las reformas, el Gobierno incluirá como incentivos la eliminación del anticipo solo a empresas con ventas menores a USD 300 000 al año.

Y para las que superan esa facturación solo dispondrá la devolución del anticipo: 50% desde el 2018, si mantiene o aumentan las plazas de empleo.

Roberto Aspiazu, director del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), señaló que la medida más beneficiosa para el sector habría sido retomar a la fórmula que se aplicaba hasta antes del 2008 y que gravaba la utilidad de las empresas. Además, en caso de que las empresas no generaban utilidad, el anticipo se transformaba en crédito tributario para el siguiente ejercicio fiscal.

Al considerar los rubros de patrimonio y de activos, como se lo hace en la actualidad, se obliga al pago, aun si la empresa no genera renta. Y el pago en exceso no vuelve a la firma, lo que afecta su liquidez.

El ministro Carlos de la Torre señaló que el anticipo se mantendrá para las empresas que vendan más de USD 300 000 como un mecanismo para controlar la evasión.

El funcionario insistió en que los incentivos para el sector privado están enfocados en las micro y pequeñas empresas porque son las mayores generadoras de empleo.

Pero la Cámara de Comercio de Quito sostiene que ocho de cada 10 empleos son generados por las empresas que facturan sobre los USD 300 000.

El presidente de la Asamblea, José Serrano, indicó que esta semana se espera el paquete de reformas.

La recaudación por el anticipo al IR en 2016 fue de USD 330 millones, según datos del SRI.

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