Redacción Manta
‘Apúrese, ubique la bomba. La manguera está lista, deje pasar el agua”, son las frases llenas de felicidad de Guillermo Reyes. Este humilde agricultor, de la comunidad de Liguique (suroeste de Manta), ayer resguardaba el tanque reservorio, ubicado al lado izquierdo de la vía costanera.
Hasta allí llegan, de lunes a sábado, siete tanqueros para llenar la cisterna de la cual se abastecen los habitantes de los poblados de Pacoche y San José.
El líquido empezó a fluir hacia 11 comunidades de la zona rural de Manta. “Aquí la situación era insostenible”, comenta Armandina Calderón, dirigente de la comunidad Pacoche.
Los vecinos se abastecen del líquido, por un convenio que firmó el alcalde de Manta, Jaime Estrada, con funcionarios de la Refinería del Pacífico (RDP).
El Burgomaestre mantense comentó que el agua la compra el Municipio y RDP se hace cargo de la transportación desde Manta hacia la zona rural. El Cabildo invierte USD 30 000. El convenio durará ocho meses. Un miniejército de 14 tanqueros realiza hasta tres viajes diarios cada uno, para depositar el agua en cuatro reservorios.
Otros ingresan a sitios altos, por ejemplo, en la comunidad de Santa Marianita abastecen a los habitantes de casa en casa. Esto es algo histórico para las comunidades del sur de Manta, reseña emocionado Calderón.
En la comunidad de Liguique, a la cual se accede después de sortear una serie de caminos serpenteantes, María Conforme pone cloro en su cisterna.
“Mis hijos que están en Venezuela me enviaron el dinero para hacer construir este reservorio. Tener grandes tanques era la única forma de garantizar el líquido. Aquí, una carga de agua costaba USD 40. Me duraba dos meses solo utilizando para cocinar y para tomar, pero ahora ya no pago nada. Este convenio nos está salvando”, manifiesta.
58 familias son favorecidas en Liguique. Más hacia el sur, en el enclave costero de San Lorenzo, la gente tiene un poco más de recursos. Muchos se dedican al turismo durante el fin de semana y a la pesca, de lunes a viernes. “Parecía un engaño cuando nos dijeron que el agua, para consumo de las personas, llegaría con la ayuda del Municipio y la RDP.
Ahora aspiramos a que este servicio comunitario no sea algo de momento”, comenta Fabián Vélez, residente del lugar.
En las comunidades de El Aromo, Los Sauces, Santa Marianita, San Lorenzo, Liguique, Pacoche, Las Piñas, Santa Rosa, El Abra, La Resbalosa y Río Caña, cada familia paga USD 2 semanales por el agua que requiere.
Son recursos que permiten tener un fondo para realizar los trabajos de reparación de los acueductos, que son de manguera. “Muchas veces por el lodo se taponan, hay que comprar acoples y mangueras nuevas”, dice Vélez.
Sin este convenio, los vecinos se abastecían del agua que se acumulaba en el bosque de Pacoche. Ahora, la gente incluso ha cambiado sus pomas por tanques. Ahí guarda el líquido.
“El agua permanece fuera de contaminación”, cuenta Manuel Macías, estudiante de la Universidad Eloy Alfaro. Él vive en Santa Marianita y durante años sufrió por la escasez del líquido vital en su casa.