En la planta de Puengasí, que se abastece con el sistema Pita-Tambo, se puso unas lonas en los filtros para evitar daños por la caída de ceniza. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
En el 2004 se empezaron a definir los planes de contingencia para la protección del agua en el Distrito Metropolitano de Quito frente a diferentes eventos naturales. Estos se basaban en reducir los posibles daños que generaría, por ejemplo, el paso de los lahares en una erupción del volcán Cotopaxi.
Sin embargo, estos planes se trabajaron sin mayor ritmo en las tres últimas administraciones municipales. Han pasado 11 años y todavía hay obras por realizarse. Se puede mencionar la construcción de tuberías aéreas, para evitar el impacto de lahares, y la finalización de estaciones de bombeo para la interconexión con otras plantas.
En caso de una erupción se han planteado varios escenarios según su magnitud. Uno de estos es la afectación total del sistema de agua Pita-Tambo. La estructura está edificada sobre este río. Su capacidad es de
3 000 litros por segundo y abastece a las plantas de Puengasí, Conocoto y El Placer. Es decir, el 40% del total de la población quiteña (895 676 personas).
A este sistema se suman los cruces de los sistemas de agua La Mica y Papallacta. Las tuberías de estas captaciones son subfluviales. Esto significa que pasan por debajo de los ríos. La tubería de La Mica lo hace por debajo del Pita. Y la de Papallacta, por el San Pedro.
Según Carlos Espinosa, gerente de Operaciones de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), se ha iniciado la construcción de los pasos aéreos de agua. Esta idea es una de las propuestas que sugiere el estudio del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN) en 2004. Ahí se insiste en la necesidad de hacer estos pasos elevados para prevenir una posible ruptura de la tubería, lo que implicaría el desabastecimiento de agua.
Los trabajos en el campo arrancaron con el levantamiento topográfico, las mediciones y se espera que la construcción comience esta semana. La inversión bordea los USD 5 millones. Se prevé que concluyan en 135 días (cuatro meses aproximadamente). Las infraestructuras se edificarán en los cruces de los ríos. En el Pita y Santa Clara serán de 160 metros de largo, cada uno. Y la del San Pedro tendrá 170.
Espinosa indicó que, actualmente, la tubería está a cinco metros de profundidad y que el plan es subirla entre 40 y 110 metros sobre el cauce.
Otra de las obras en ejecución es la edificación de estaciones de bombeo para obtener agua de otros sistemas como Bellavista, San Juan de Conocoto, El Placer… El objetivo es que los otros sistemas apoyen a los que se dañarían, por medio de la llamada redundancia. Su construcción duraría 130 días y su costo es de USD 5 millones.
Las dos obras no generarían cortes de agua en la ciudad.
Como medidas de contingencia, también, están la utilización de acuíferos como Iñaquito. Y la protección de los filtros de agua en las 21 plantas que abastecen al Distrito. De estas 16 cuentan con cubiertas fijas, tres no tienen y dos están con lonas móviles. Esto para evitar que la ceniza dificulte el proceso de potabilización.
En las calles de la urbe todavía hay inquietudes con respecto a la dotación de agua en caso de emergencia y, sobre todo, si habrá tiempo para concluir con esas obras de mitación. Isabel Díaz aseguró que recién se habló de estas obras. “Las autoridades deben brindar más información para estar tranquilos y evitar un caos”.
En otras administraciones
Cuando Paco Moncayo (2001-2009) fue alcalde, se elaboró el Plan de Seguridad de Quito. Aquí se abarcó el Plan Lluvia, el Fuego, el Cotopaxi y el Pichincha. Posteriormente, se hicieron obras para proteger las tuberías y los lugares de abastecimiento de agua. “El diseño está enfocado en garantizar el agua”. Según Moncayo, lo que hicieron es plantar las bases para que la ciudad estuviera encaminada hacia una gestión de riesgos con fuerza.
Luego de Moncayo toma la posta Augusto Barrera (2009-2014).
En esta gestión se apostó por la actualización de los planes de contingencia, el levantamiento de planes de las empresas públicas, la elaboración de los mapas de riesgos y la aprobación de ordenanzas encaminadas a la creación de fondos de emergencia para la construcción de obras de mitigación. Aseguró que no se ejecutaron más obras, porque no era viable en ese tiempo. Hoy en día, con la reactivación del volcán, su construcción es esencial. “Las obras deben hacerlas ya”, sostuvo.
Prevención
En los próximos días comenzaría la construcción de las tuberías aéreas y estaciones de bombeo para protegerlas de los lahares. La obra durará 4,5 meses.
No olvide
No recolecte agua Esto generaría una sobredemanda y un desabastecimiento del líquido. Es necesario ahorrar y cuidarla.
No hervir el agua Con la ebullición, el cloro se va y el agua queda indefensa. Se recomienda consumirla máximo en 24 horas.
El agua potable Puede ser guardada durante 72 horas. Y el agua embotellada debe estar sellada y consumida según la etiqueta.