Foto: La agente Paulina Godoy, de 28 años, fue agredida por un ciudadano en estado etílico. Sucedió en Ambato. Foto Glenda Giacometti/ EL COMERCIO.
En Ambato las agresiones de conductores a los agentes civiles de tránsito no se detienen. Según la Dirección de Tránsito, Transporte y Movilidad del Municipio de Ambato, entre enero a octubre de este año se registraron cinco casos que son investigados por la Fiscalía de Tungurahua. El seguimiento y patrocinio está a cargo de los departamentos jurídicos del Cabildo y la Dirección de Tránsito.
Paco Urrutia, director de Dirección de Tránsito y Movilización del Municipio de Ambato, dijo que la Ley de Tránsito y el Reglamento de Tránsito con que funciona la Dirección amparan el cumplimiento de funciones a todo funcionario público en calidad de Agente Civil de Tránsito, es decir, están autorizados para emitir las infracciones a las personas o presuntos infractores que incumplen la norma legal.
“Todo ciudadano que tiene valores desde el hogar sabe que debe tener respeto hacia las demás personas, no solo con uniforme, todos nos merecemos respeto y más al ser entes de control que la Constitución ampara”, dijo el funcionario.
Paulina Godoy, de 28 años, ingresó hace 4 años como agente civil de tránsito. Cuenta que en agosto de este año se encontraba laborando con el grupo operativo de procedimientos para detectar transporte ilegal. Una vez que llegaron a la calle Bolívar y Cinco de Junio miraron a un vehículo que circulaba por una vía no es permitido transitar. Se inició una persecución hasta la plaza Primero de Mayo.
El conductor estacionó el vehículo y huyo. “Uno de mis compañeros lo persiguió por que estuvo en estado de ebriedad. Me quedé parada a un costado del vehículo, el copiloto encendió el automotor y me arrastró. Logré agarrarme del capot y eso me salvo de lesiones mayores”.
El agresor fue detenido con ayuda de la Policía y luego fue condenado a un mes y medio de prisión. “Nosotros lo único que hacemos es socializar, prevenir antes que sancionar a los conductores, pero hay personas que son prepotentes y recibimos maltratos de hombres y mujeres. Lo que falta es más cultura”.
También Ángela Caicedo recibió agresiones el 29 de octubre pasado. En un operativo en las calles García Moreno y Espejo llamó la atención a un conductor mal estacionado, le solicitó que bajara el vehículo de la vereda. En forma violenta apareció una mujer que comenzó a agredirle e insultarle. Le arranchó las citaciones y el casco que luego los rompieron. “Un miembro de la Policía Nacional me ayudó y recuperamos nuestros implementos. La señora fue detenida y acusada por ataque y resistencia. Las investigaciones continúan”.
Manifestó que ser agente es una profesión interesante pero difícil, especialmente para una mujer. “Creo que la gente no respeta y nos hacen de menos porque nos dicen que no somos como la Policía Nacional. Esa es la mentalidad de la gente que cree que somos la última rueda del coche. La gente debe hacer conciencia de que ponerse al frente de un volante debe respetar las normas y las leyes”.