Carlos Larreategui, Rector de la UDLA
Ante la falta de argumentos que justifiquen un proyecto de Ley de Educación Superior tan estratosférico, René Ramírez, del Senplades, no ha encontrado mejor fórmula que el agravio hacia la universidad y a quienes cuestionamos con razones, jamás insultos, su despropósito.
Ahora pretende descalificar mis respetuosas críticas insinuando que accedí al puesto de rector por herencia, en virtud de que mi padre, Carlos Larreategui Mendieta, ejerció el Rectorado en esta Universidad. Este juicio tan infantil no merece mayor respuesta.
El Dr. Larreategui Mendieta es uno de los académicos más prolíficos que ha producido la universidad ecuatoriana y de ello confieren testimonio sus cientos de alumnos y sus innumerables investigaciones y obras.
En mi caso soy graduado de la PUCE, del London School of Economics y de Harvard, y ejerzo la cátedra hace 20 años. No quiero insistir que los dos llegamos al rectorado siguiendo las normas. Es más importante examinar la trayectoria del Sr. Ramírez, que consta en la página web de Senplades.
Se presenta como un “Bachelor en Economía” de la Universidad San Francisco, título que no existe en Ecuador, pero que se traduce en “licenciado”, y como “Maestro en Economic of Development” del Instituto de Estudios Sociales de Holanda, graduado hace cuatro años.
Esa maestría se completa con 10 meses de clases y una tesina; sus 60 créditos no alcanzarían para obtener una maestría en Ecuador.
Llama la atención, también, que haya cursado estudios “posdoctorales” en la Universidad de Michigan sin ser doctor y que su nombre no figure en la lista de ex alumnos del centro de estudios superiores.
En docencia, Ramírez jamás ha ocupado una función académica de relevancia y su experiencia no llega a cinco años. Se trata del mismo señor que pone de ejemplo a Harvard sin haberla pisado y que a pesar de su escasa trayectoria tiene la audacia de descalificar a toda la academia ecuatoriana.