Las aglomeraciones persisten en 12 puntos de Quito

La avenida Enrique Garcés (Comité del Pueblo) registra movimiento. Agentes persuaden a vecinos para que vayan a casa. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO

La avenida Enrique Garcés (Comité del Pueblo) registra movimiento. Agentes persuaden a vecinos para que vayan a casa. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO

La avenida Enrique Garcés (Comité del Pueblo) registra movimiento. Agentes persuaden a vecinos para que vayan a casa. Fotos: Galo Paguay/ EL COMERCIO

Caminaban cubriendo su nariz y boca con mascarillas quirúrgicas, de tela o pañuelos. Cargaban bolsas, mochilas o canastos e intentaban -dentro de lo posible- mantener distancia de otros que, como ellos, salían a proveerse de alimentos, útiles de aseo, medicinas o a retirar dinero en efectivo.

Estaban en la av. Enrique Garcés, en el Comité del Pueblo, y visitaban farmacias, fruterías, restaurantes, panaderías, tiendas y cajeros automáticos. Pese a las restricciones de circulación vehicular, que este lunes solo permitían autos con placas terminadas en 1, 2 y 3, se veían autos con otros dígitos. El movimiento era alto tanto en las aceras como en la vía.

Los primeros días de la semana se empezó a evidenciar que hay sectores donde reina el desorden. Este martes 31 de marzo, este Diario encontró a siete vendedores informales en la av. Pablo Yerovi, en el norte. Cerca había dos autos en los que se vendía pollos y una buseta que ofrecía carreras desde la Pisulí hasta Cotocollao por 50 centavos.

El lunes 30 de marzo del 2020, un grupo de personas se concentró en las afueras del mercado Mayorista.

Ese ajetreo se repite a diario en varios sitios de la capital, pese a los pedidos de las autoridades de evitar salir de casa.

En un recorrido se constató que en gran parte de la urbe hay un ambiente de desolación. Casi no hay autos y se ve poca gente en las calles. Pero hay al menos 12 puntos en donde aún se registran aglomeraciones antes del toque de queda, que arranca a las 14:00, según la Secretaría de Seguridad del Municipio.

César Díaz, titular de la entidad, dice que el problema en vías como las mencionadas y en los mercados es que “en sus alrededores se concentran comerciantes autónomos que no tienen buenas prácticas de salud e higiene”. Por eso, afirma, estos siempre van a ser puntos críticos en la lucha para frenar los contagios de covid-19.

Por ello se ha armado una planificación de intervenciones, como la que se hizo la madrugada de ayer en los exteriores del mercado de Las Cuadras, en el sur de Quito.

Estefanía Grunauer, supervisora de la Agencia Metropolitana de Control (AMC), informó que ese operativo incluyó el parque que lleva el mismo nombre. 210 funcionarios municipales y de la Policía Nacional hicieron una intervención y colocaron vallas en las calles y así lograron que los vendedores no se acercaran “para hacer ventas desordenadas”.

Los uniformados debieron ampliar el control pues hubo comerciantes que intentaron colocarse en calles vecinas para vender principalmente frutas, verduras, hortalizas, mascarillas y ramas de eucalipto.

Este martes 31 de marzo del 2020, la AMC levantó tres actos de inicio de proceso administrativo en contra de vendedores que se ubicaron en los alrededores de Las Cuadras para vender eucalipto. Estos se suman a otros 111 emitidos en dos semanas en otros sectores.

Previamente se hicieron otros operativos en los mercados de San Roque, Chiriyacu, Central y Mayorista. Aunque es necesario continuar con las intervenciones en otros sitios, el Municipio busca mantener despejados aquellos espacios que ya fueron controlados, sin afectar la provisión de alimentos a la población.

El alcalde Jorge Yunda dijo anteayer que el abastecimiento está garantizado y que hay un grupo pequeño de comerciantes que no está trabajando porque corresponden a grupos vulnerables o a personas que por miedo a contagios no han salido a trabajar en estos días de aislamiento preventivo obligatorio nacional.

Uno de los puntos más complejos es San Roque. La calle Loja fue liberada tras un operativo sorpresa la madrugada del 24 de marzo y Díaz afirma que la meta es mantenerla así, para que Quito recupere esa calla invadida por años.

Pero la idea es completar un censo para comprobar qué vendedores eran trabajadores históricos en esa vía y quiénes habían encargado sus puestos dentro de San Roque y colocado otro en el exterior.

Se respetará el derecho al trabajo, afirma, pero de forma organizada. Para ello están disponibles puestos en los mercados Santa Martha, a un kilómetro y medio de Las Cuadras, y el de Puengasí, que ahora están vacíos y que permitirán a los comerciantes laborar con dignidad y buenas prácticas.

Otro problema en la ciudad son los locales que no están dentro de la lista prioritaria (farmacias, restaurantes que ofrecen comida a domicilio o locales de venta de alimentos).

Según Grunauer, se trata de mecánicas, papelerías, locales de venta de ropa, entre otros que continúan atendiendo a pesar de que por la emergencia sus licencias de funcionamiento están temporalmente suspendidas. Entre el 16 y el 30 de marzo, se emitieron 42 clausuras por este incumplimiento.

Hay sectores de la ciudad donde sí se acataron las disposiciones. Puntos que usualmente estaban abarrotados de ventas informales como Cotocollao y Carcelén, pero que ahora lucen vacíos.

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