Las altas temperaturas no fue impedimento para los ciudadanos que recorrían las calles en la búsqueda de ofertas. Foto: Mario Faustos / ELCOMERCIO
El tiempo soleado y la temperatura de 32 grados centígrados, con una sensación térmica de 35 grados para el medio día de este sábado 28 de diciembre, pareció no amilanar a miles de transeúntes, compradores que llenaron los alrededores de la Bahía en Guayaquil, el centro comercial al aire libre más grande del país.
Las veredas quedaron estrechas para quienes pugnaban por realizar las compras a bajo costo de ropa y calzado de fin de año. Las propias aceras de la avenida Olmedo y de calles transversales como Eloy Alfaro, Chile y Chimborazo se convirtieron en mercadillos ambulantes de ropa y alimentos.
Las altas temperaturas redujeron el número de compradores en la mañana y a inicios de la tarde de este sábado con relación a la pasada Navidad y al fin de año del 2018, según estima José Moreno, propietario del almacén de ropa para hombres Moar, ubicado en la calle Chile 1104 entre Olmedo y Ayacucho.
“En la tarde, al bajar la temperatura, esperamos más público. Las compras de última hora se extienden hasta el mismo 31 de diciembre, una fecha en la que cerramos el local a las 22:00”, indicó Moreno. “La idea es darle a la gente la oportunidad de comprar a bajo costo, camisas y pantalones a entre USD 10 y 20”.
Compradores abarrotaron las veredas buscando la mejor opción en artículos. Foto: Mario Faustos / ELCOMERCIO
Con el fin de mitigar el impacto vehicular y peatonal por la actividad comercial de diciembre, la Agencia de Tránsito Municipal (ATM) cambió desde inicio de mes a unidireccional a la calle Colón desde Malecón hasta Boyacá, como medida temporal. Los vehículos circulan en ese tramo en sentido oeste-este bajo el control de los agentes, pero la falta de disponibilidad de parqueos genera por momentos congestión en el sector.
Una imagen tradicional por estas fechas son las de calzones amarillos y rojos exhibidos en las perchas, en mesas o armados en pubis de maniquies. “Los calzones amarillos son para iniciar el Nuevo Año con suerte y los rojos para la pasión, que no falte el amor”, indicó Xiomara Albuja, vendedora del local Detalles Picantes.
La cábala de Fin de Año fue una excusa para los consumidores. Foto: Mario Faustos / ELCOMERCIO
Las tangas, bikinis, hilos, ‘cacheteros’ y ‘pantys’ altos de cintura de color amarillo y rojo se consiguen en la Bahía desde USD 1 a USD 5. El valor de juegos con brasier parte desde USD 8.
“La cábala de fin de año es un gancho para vender ropa interior de mujer de otros colores, las compradoras de tangas amarillas y rojas termina llevándose un tercio, tres calzones de distintos colores”, dijo Víctor Arteaga, en un pequeño puesto de venta ubicado en los bajos del paso elevado de la calle Eloy Alfaro.