Los agentes metropolitanos de control continuarán utilizando su equipo básico de trabajo. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Los agentes metropolitanos de Quito retomaron sus actividades este jueves 15 de octubre del 2020. Lo hicieron en medio de la consternación generada por el asesinato de uno de sus compañeros, Óscar Andrango, durante un operativo realizado en las afueras de la estación de El Trolebús en El Recreo (sur).
Ayer, 14 de octubre, los 1 348 agentes que hay en Quito, 1 112 hombres y 236 mujeres, no laboraron, pero ahora se incorporaron a sus sitios de trabajo.
Wilson Tualombo, director general del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano, indicó que los uniformados recibieron una nueva disposición para realizar su trabajo en las zonas consideradas conflictivas de la urbe.
“Ya no puede estar un solo uniformado en cada posición, dependiendo del lugar. Tenemos que organizarnos entre tres o cinco personas con el acompañamiento de un grupo de respuesta. Son motorizados que pueden movilizarse en todo el Distrito Metropolitano”, señaló.
Ellos continuarán utilizando el equipo básico de trabajo: un tolete y un aerosol de gas pimienta. No obstante, ayer se envió al Ministerio de Gobierno una solicitud para que se autorice la adquisición de equipamiento no letal. “Se trata de chalecos, cascos. El pedido llegó hoy (15 de octubre) a esa Cartera de Estado. Incluye la implementación de toletes eléctricos”, expresó el funcionario.
Para Tualombo, esos equipos son necesarios para las inspecciones en las zonas en donde se reporta una alta cantidad de comercio informal. Según datos del Municipio, 38 son los sectores más afectados por esa problemática.
En algunos sectores de Quito las ventas ambulantes se han intensificado. Foto: EL COMERCIO
Estefanía Grunauer, supervisora de la Agencia Metropolitana de Control (AMC), admitió que hay sectores donde el trabajo es más complicado. Al momento las ventas ambulantes se han intensificado en zonas como el Centro Histórico, en especial en El Tejar y San Diego. En el sur, en Nueva Aurora y en la Ajaví; en el centro norte en la Naciones Unidas, Amazonas y Japón; y en el norte en Cotocollao, Calderón y Comité de Pueblo.
Al recorrer varias zonas del sur y centro la mañana de este jueves 15 de octubre, había una alta presencia de informales. Unos caminaban con sus productos y otros ocupaban las aceras de forma desordenada.
Grunauer añadió que cuando los funcionarios han sido agredidos, la entidad ha puesto una denuncia en la Fiscalía.
La última vez fue antes de que termine el estado de excepción. Una agente fue golpeada cuando intervinieron en una fiesta clandestina. Asimismo, en esta semana, un gendarme fue agredido en Tumbaco mientras realizaba controles en el parque central de esa parroquia. “Se puso la denuncia”, dijo Tualombo.
De momento, el Cuerpo de Agentes Metropolitanos no cuenta con recursos económicos para capacitaciones. Apenas se genere un presupuesto, la entidad comenzará con la instrucción para su personal.
Hoy, la Federación de Comerciantes Minoristas de los Mercados de Pichincha (Fedecomip) lamentó la muerte del uniformado y se solidarizó con su familia. “Rechazamos este repudiable acto de violencia delincuencial”, indicó a través de un comunicado.
Carlos Castellanos, presidente de la Fedecomip, planteó tres propuestas para solucionar los problemas. Una es abrir un debate sobre el plan maestro de comercialización en el Distrito Metropolitano.
La segunda es la creación de un Código de Comercio Popular en el que se establezca la normativa para centros comerciales, mercados, plataformas, ferias y comercio autónomo, “de manera coherente, con principios y objetivos similares”.
Finalmente, establecer un consejo consultivo de la comercialización popular con la participación de los vendedores autónomos, sus representantes y las autoridades.