El área de atención a afiliados en la Matriz del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), ubicada en Quito. Foto: Galo Paguay / El Comercio.
Desde el 2009, luego de una reforma legal, los hogares ecuatorianos reciben una “inyección” de dinero mensual que antes no disponían: los fondos de reserva. Desde entonces está en las manos de los afiliados la decisión de gastar o ahorrar esos recursos. Pero, por descuido, necesidad o desconocimiento, no todos los acumulan.
Nicolás Obando, quien labora como empleado del sector privado, recibe sus fondos de reserva mes a mes desde hace un año y se arrepiente de no haberlos ahorrado.
El quiteño dice que con el tiempo ese dinero se incorporó a su presupuesto y se convirtió en plata de bolsillo. “Se fue en gastos habituales”.
Aunque el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) ofrece la opción para acumular los fondos de reserva, Obando nunca hizo el trámite. “No se transformaron en ahorro, sino en un aumento mínimo a la remuneración mensual que se gasta en el día a día”.
El fondo de reserva equivale al 8,33% de la remuneración mensual y lo recibe el trabajador luego de cumplir el primer año de trabajo, es decir, a partir del mes número 13.
Aunque estos ahorros y los de cesantía del afiliado (seguro de desempleo) se utilizan para garantizar el préstamo quirografario que concede el Banco del IESS (Biess), su objetivo es más importante.
El presidente de Actuaria Consultores, Rodrigo Ibarra, explica que este beneficio nació en 1938 con el concepto de que “sirva como un complemento cuando se llegue a la edad de jubilación”.
El beneficio se modificó en los últimos años y perdió su concepto original de fondo de ahorro a largo plazo, primero al permitir que sea retirado cada tres años y finalmente al mensualizarlo, dice Roberto Estrada, socio de Andean Ecuador, que realiza asesoría empresarial en Capital Humano.
María José Cruz, quien es empleada privada y tiene derecho a recibir fondos de reserva desde hace cinco años, no ahorra estos recursos extras. Dice que no ha presentado la solicitud por descuido y porque piensa que el trámite es engorroso. “Un compañero lleva el mismo tiempo que yo en el trabajo. Él decidió ahorrar y acabó de recibir un monto considerable. Yo no tengo nada”, lamenta.
Si Cruz hubiera ahorrado sus fondos de reserva -desde el 2010, cuando comenzó a tener derecho, hasta enero pasado- habría acumulado USD 2 655. En ese lapso percibió un sueldo de entre USD 450 y 817 al mes.
A diciembre del 2014, solo unos 640 000 de 3,1 millones de afiliados acumula sus fondos de reserva en el IESS, es decir, 20,5%, según datos del ente.
El porcentaje varía según la empresa. Por ejemplo, en Edesa, que cuenta con 954 trabajadores, 60% de su plantilla (571 empleados) recibe el fondo de reserva en el rol de pagos, 26% ahorra en el IESS y el resto aún no tiene derecho al beneficio.
En Banco Pichincha, que cuenta con una plantilla de
6 100 personas, ocurre algo similar: 62% de su nómina recibe el beneficio en el rol, un 20% lo ahorra y un 18% aún no tiene derecho. En Pinto sucede lo contrario. De 639 empleados, un 56% ahorra los fondos, el 36% lo recibe en su rol y el resto aún no tiene derecho.
Para Patricia Calle, coordinadora del Programa de Educación Financiera de Mutualista Pichincha, el problema de tener disponible este dinero es que normalmente va a gasto corriente no indispensable (ropa, diversión…) y, con ello, no se cuenta con un respaldo económico ante emergencias.
Calle recomienda ahorrar el 10% del ingreso familiar cada mes (ver otras recomendaciones de la experta en los puntuales). Para lograrlo, dice, es importante tener un objetivo como comprar una vivienda, estudio de los hijos, etc.
El sueño de tener auto propio llevó a Lorena Viteri, empleada pública, a ahorrar sus fondos de reserva hace tres años y ya ha ahorrado USD 4 500. La entidad donde labora le envió un correo, aunque no es obligación del empleador hacerlo, con los pasos para acumular sus fondos y le dio asesoría.
El trámite de acumulación en el IESS, en realidad, es sencillo y toma pocos minutos. Basta con ingresar a la página del Seguro Social y descargar una solicitud que debe ser entregada, luego de firmarla, al empleador.
Si decide ahorrar sus fondos de reserva en el IESS, tenga en cuenta que debe renovar su solicitud cada tres años y debe hacerlo un día después de que se cumpla la fecha, caso contrario le depositarán nuevamente cada mes sus fondos hasta que presente la documentación.Poner un recordatorio en la bandeja de tareas de su correo o de su celular es una opción.
El IESS no es la única opción. Algunos empleados que reciben sus fondos en el rol optan por ahorrarlos en la banca o en las empresas donde laboran.Estrada dice que si bien algunos acumulan este fondo de manera autónoma, dada la inexistente cultura de ahorro en el país, es poco común.
No olvide
1. Lleve un registro de gastos para identificar el rubro que más consume sus ingresos (alimentos, vivienda, ropa, etc.).
2. Elabore un plan para rebajar los gastos identificados en el registro y evitar compras impulsivas o innecesarias.
3. Observe cuáles son los gastos frecuentes de la familia, rebájelos poco a poco y destine esos valores al ahorro.
4. Bajar el monto de deudas y, en lo posible, dejar de pagar mínimos. Observará cómo baja su endeudamiento.
5. Discuta la rebaja de gastos en familia e idee reemplazos creativos a gastos, como las salidas a comer fuera.
6. Cuando ya tenga dinero disponible, se puede tomar la decisión de ahorrar nuevamente los fondos.