Al menos 45 supuestos insurgentes murieron, ente ellos el líder talibán en Kandahar, y 22 resultaron heridos en una ofensiva de las fuerzas afganas para recuperar una estratégica autopista en el sur de Afganistán, informaron hoy (2 de mayo) a Efe fuentes oficiales.
“Durante la operación, los talibanes sufrieron importantes bajas y su gobernador en la sombra para Kandahar (responsable para esta provincia), Hayatulá, conocido como Haji Lala, y su segundo, Ahmadshah Hemat, murieron junto a otros 43 de sus combatientes”, precisó el portavoz de la Policía en Kandahar, Zia Duranai.
Duranai añadió que otros 22 insurgentes fueron heridos, sin que hubiera bajas entre las fuerzas afganas ni víctimas civiles.
Esta fuente de la Policía de Kandahar, que dirigió la ofensiva, señaló que equipos de desminadores trabajan para retirar artefactos terrestres colocados por los insurgentes en la autopista, que comunica las provincias de Kandahar y Uruzgan.
El portavoz del gobernador de Uruzgan, Dost Nayab, explicó que la operación del Ejército y la Policía afganos comenzó hacia las 10:00 hora local (04:30 GMT) y se prolongó por varias horas.
La fuerzas afganas retomaron además 21 puestos de control que habían capturado los talibanes, agregó Nayab.
Los talibanes comenzaron hace dos semanas su tradicional ofensiva de primavera en Afganistán.
El Gobierno afgano advirtió de que combatirá con toda su fuerza a quienes no acepten la propuesta de diálogo formulada el pasado enero con apoyo del denominado G4 que integran Afganistán, Pakistán, Estados Unidos y China, para acabar con casi quince años de guerra.
Los talibanes han reiterado que no participarán en conversaciones de paz y desde finales de 2015 controlan casi un tercio del país, la mayor extensión bajo su dominio desde la caída del régimen insurgente por la invasión estadounidense en 2001, según un informe del Inspector General para la Reconstrucción de Afganistán de EEUU (SIGAR).