La Administración Obama busca acercarse más a Cuba
Washington. DPA y AFP
El presidente de EE.UU., Barack Obama, decidió prolongar la suspensión de un capítulo de la polémica Ley Helms-Burton de 1996. El acápite permite sancionar a empresas extranjeras que usan propiedades en Cuba expropiadas a ciudadanos estadounidenses, luego del triunfo de la revolución de Fidel Castro en 1959.
Según explicó el Mandatario en una carta enviada la pasada noche al Congreso estadounidense, la suspensión de la ley entrará en vigor a partir del 1 de agosto. De acuerdo con la legislación, durará seis meses.
La decisión de Obama se basa en la propia Ley Helms-Burton, que prevé que el Presidente de Estados Unidos podrá congelar la aplicación de la ley por un “período de no más de seis meses” si determina que la medida es “necesaria para los intereses nacionales de EE.UU. y acelerará una transición a la democracia en Cuba”.
De hecho, con esta decisión el Jefe de la Casa Blanca no hace más que prolongar la suspensión ya en vigor -y que estaba a punto de expirar- durante la era de su predecesor en el cargo, el republicano George W. Bush, quien también mantuvo congelada la medida pese a que endureció otras sanciones contra Cuba.
También el antecesor de Bush en la Presidencia estadounidense, el demócrata Bill Clinton, congeló esta previsión de la Ley firmada bajo su mandato.
Esta nueva suspensión de las sanciones se registra en medio de un clima de apertura de
Washington hacia América Latina, incluyendo La Habana.
La carta enviada por Obama al Congreso coincidió en el tiempo con la reanudación de las conversaciones sobre temas migratorios entre EE.UU. y Cuba, tras permanecer seis años suspendidas por decisión de Bush.
Luego del encuentro sostenido en Nueva York, la delegación cubana, encabezada por el vicecanciller Dagoberto Rodríguez, calificó de “fructífera” la reunión y reveló que había propuesto su continuación en diciembre en La Habana, retomando así la tradición de celebrar dos citas migratorias anuales mantenida desde su inicio en 1994 hasta su interrupción en 2003.
El reinicio de las conversaciones migratorias está considerado ampliamente como parte de las declaradas intenciones de la administración Obama de buscar un “nuevo comienzo” en las relaciones con Cuba.