Acusan a embajador colombiano de tener vínculos con paramilitares

Bogotá, DPA

Un ex integrante de un grupo paramilitar acusó al ex ministro y actual embajador de Colombia en Italia, Sabas Pretelt, de tener relaciones con quienes fueron los principales jefes de las bandas armadas de ultraderecha, informaron hoy fuentes judiciales.

El señalamiento fue hecho el pasado 28 de mayo por John Jairo Hernández, alias "Daniel Centella", quien en una indagatoria ante la Fiscalía General afirmó que Pretelt se reunión en 2004 con los jefes paramilitares Salvatore Mancuso y Rodrigo Tovar Pupo para hablar sobre la reelección en 2006 del presidente Álvaro Uribe.

El fiscal general, Mario Iguarán, dijo que el ente investigador remitió una copia de las declaraciones de Hernández a la Corte Suprema de Justicia, que debe determinar si abre una investigación contra el diplomático. Hernández dijo que fue testigo de dicha reunión, en la que también habría participado el ex senador oficialista Jorge Visbal.

Según versiones periodísticas, el ex paramilitar también comprometió en su relato a los ex senadores Mauricio Pimiento y Álvaro Araújo, vinculados al sonado proceso judicial de la "parapolítica", llamado así por los nexos entre políticos y paramilitares.

El primero fue condenado a siete años de prisión y el segundo sigue siendo juzgado. Mancuso, quien fuera el máximo líder de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y hace poco más de un año fue extraditado a Estados Unidos, dijo hace poco en una entrevista que ese grupo de ultraderecha apoyó la primera elección de Uribe en 2002.

El delincuente dijo que varios jefes paramilitares recibieron instrucciones para que respaldaran a Uribe, aunque admitió que no hubo acuerdos directos con el hoy presidente.

La administración Uribe protagonizó negociaciones con las AUC entre 2003 y 2006, en el marco de las cuales se desmovilizaron casi 32 000 paramilitares.

Pretelt es investigado desde hace varios meses por la Corte Suprema por un posible cohecho que se presentó en el trámite de una enmienda constitucional que aprobó el Congreso en 2004 para permitir la reelección de Uribe dos años después.

La ex congresista Yidis Medina confesó que aceptó dádivas del gobierno para apoyar la reforma y aseguró que Pretelt, entonces ministro del Interior y Justicia, estuvo detrás de los ofrecimientos.

La Corte Suprema la condenó a cuatro años de prisión domiciliaria por cohecho. Otros dos ex legisladores, Teodolindo Avendaño y Eduardo Díaz, fueron condenados por el Supremo a ocho y seis años de cárcel por cohecho y concusión, respectivamente.

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