Los acuerdos de Ecuador con EE.UU. generan expectativa en la Asamblea

En el Pleno de la Asamblea las fuerzas están divididas tras la ruptura de la mayoría legislativa. Foto: cortesía Asamblea

En el Pleno de la Asamblea las fuerzas están divididas tras la ruptura de la mayoría legislativa. Foto: cortesía Asamblea

En el Pleno de la Asamblea las fuerzas están divididas tras la ruptura de la mayoría legislativa. Foto: cortesía Asamblea

El hecho de no haber sido incluidos en la comitiva que acompañó al presidente Lenín Moreno en su visita oficial a Estados Unidos no incide en la evaluación que hacen los legisladores sobre el acercamiento del Gobierno Nacional con el principal socio comercial del Ecuador.

Los asambleístas Elizabeth Cabezas, del bloque de Alianza País (AP); Fernando Flores, de Creo; y Guillermo Celi, de Suma, descartan que la falta de una mayoría parlamentaria afin al Ejecutivo o el ambiente preelectoral puedan repercutir negativamente en los acuerdos alcanzados, en caso de requerir una autorización de este Poder del Estado.

“Siendo Estados Unidos nuestro principal mercado y amigo comercial, considero que el Presidente de la República ha tomado una buena decisión, es la correcta, extender nuestros lazos comerciales y también de seguridad”, apuntó René Yandún, del Bloque de Integración Nacional (BIN).

Flores, quien preside la Comisión de Relaciones Internacionales, manifestó que pedirá un informe a los ministros sobre el alcance de los acuerdos tras el diálogo con el presidente Donald Trump.

En materia de seguridad el propio Moreno aclaró que esto no incluye la instalación de bases militares en territorio ecuatoriano. Pero entre los legisladores hay expectativa por el alcance que tienen los nuevos compromisos adquiridos.

Con relación al área económica, la visita generó expectativa por un posible acuerdo comercial entre las dos naciones. Actualmente, en la Asamblea no se tramita ningún instrumento bilateral.

Un acuerdo de este tipo no pasa solamente por una reducción de aranceles, sino también por ámbitos de propiedad intelectual, inversión, compras públicas, entre otros.

Cabezas señala que una negociación de este tipo toma su tiempo en la Asamblea hay un ambiente favorable para apuntalar este proceso.

“Creo que más allá de los intereses particulares que los actores políticos puedan tener, si es que hay aspectos que ayuden a mejorar la seguridad para el país, creo que nadie va tener objeción. Lo propio en materia de inversión”, dijo.

Desde 2018, viene operando un Grupo Interparlamentario de Amistad y Coordinación Recíproca con Estados Unidos. Flores dice que uno de los contactos con el país norteamericano es Debbie Jessika Mucarsel-Powel, integrante de la Cámara de Representantes de ese país. Ella es oriunda de Guayaquil y fue galardonada por el presidente Moreno en su visita a Washington.

Celi cree que lo que también hace falta es un convenio bilateral para luchar contra la corrupción, que permita la extradición de exfuncionarios procesados por la justicia ecuatoriana y la repatriación de capitales de actos ilícitos.

Para los legisladores, el acercamiento entre los dos gobiernos expone una nueva visión del país en materia comercial y político. La última vez que hubo un encuentro de presidentes de Ecuador y EE.UU. fue hace 17 años.

La relación entre los dos países alcanzó su nivel más bajo entre 2007 y 2017, durante el Gobierno del expresidente Rafael Correa.

Flores y Celi creen que la relación de Estados Unidos se vio lesionada no solo por la afinidad ideológica del anterior Gobierno con Cuba o Venezuela, en el denominado Socialismo del Siglo XXI, sino también por decisiones como la denuncia de los tratados bilaterales de inversión.

A eso se suma el asilo concedido desde 2012 al hacker australiano Julian Assange, que divulgó en Wikileaks miles de cables diplomáticos de EE.UU. y que incluso derivó en la expulsión de la Embajadora en Quito por parte del expresidente Rafael Correa.

Hace un año el presidente Lenín Moreno retiró el asilo que tenía Assange en la Embajada de Ecuador en Londres. Actualmente, el fundador de Wikileaks afronta un pedido de extradición a Estados Unidos.

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