La fiesta del Yamor pone a prueba la interculturalidad de Otavalo

Excandidata a Reina del Yamor

Excandidata a Reina del Yamor

La fiesta del Yamor, la celebración más importante del cantón Otavalo, provincia de Imbabura, ubicado en el norte de Ecuador, está salpicada por la polémica.

La inscripción de una candidata indígena, entre cuatro aspirantes mestizas a Reina del Yamor, por primera vez en la historia de la celebración, ha desatado comentarios a favor y en contra. Una verdadera batalla mediática se libra por estos días en las redes sociales y radioemisoras locales.

Sin embargo, Wendy Terán, de 17 años, la representante kichwa, está feliz de resaltar la belleza de la mujer indígena. Junto a sus compañeras: Mónica Flores, Mariana Benalcázar, Ana Belén Avilés y Dayana Herrera cumplen una agitada agenda, con miras al 30 de agosto próximo. Ese día se conocerá a la ganadora de la corona.

Sin embargo, Ana Velásquez, otra indígena que esperaba terciar en el concurso de belleza se siente traicionada. La tecnóloga de 21 años, que vive en la comunidad rural de Pivarinci, se presentó junto a Terán y Sydney Males, de 18 años, como representantes del Cabildo Kichwa de Otavalo (CKO) al reinado del Yamor. La última se retiró por sus ocupaciones universitarias.

A pocos días Terán y Velásquez, al igual que nueve precandidatas mestizas fueron visitadas por el denominado Comité de Selección. Ellos designaron las cinco finalistas.

A inicios de la última semana, Velásquez se enteró que ella no fue escogida. “Nadie me informó oficialmente. Cuando fui a consultar en el Municipio de Otavalo, Rubén Buitrón, presidente del Comité de Fiestas, me aseguró que el Cabildo Kichwa solo podía presentar una candidata. Y que la seleccionada fue Wendy Terán”.

Cuando insistí que me indicaron las razones por las que me dejaron al margen, Buitrón me aseguró que: “no cumplía con los rasgos físicos, que la fiesta del Yamor es netamente urbana y que nunca estuve inscrita”.

Sin embargo, Buitrón rechazó estas aseveraciones. Es más, aseguró que el Comité que él preside aceptó la participación de una indígena. Es un hecho que no se había producido en 61 años, desde que fue oficializada la festividad.

Raúl Amaguaña, presidente del CKO, creado el año anterior, reconoció un acuerdo previo con el Comité de Fiestas, para que este colectivo tenga su representante. Para él, Ana Velásquez no fue expulsada, como hace referencia un sector de Otavalo.

“Si una de las precandidatas se siente afectada debía presentar una queja ante el Cabildo Kichwa, la autoridad máxima de los indígenas de la zona urbana de Otavalo”.

Mientras Velásquez exige una disculpa pública, Buitrón asegura que se está rastreando las cuentas de las redes sociales, en las que se le acusa de ser supuestamente racista. Incluso amenaza con presentar una demanda penal.

Otavalo, cuya población es 104 000 habitantes, es la de mayor presencia indígena de Imbabura. Según Amaguaña, no hay cifras exactas. Pero, estima que son del 40 al 50% del total.

La relación entre los dos grupos étnicos se ha vuelto tensa en los últimos días. Mario Conejo, el primer alcalde indígena de Otavalo, prefiere no pronunciarse sobre la polémica.

Según Terán, todavía hay muchas trabas en esta urbe para lograr una total integración. “Hay mestizos e indígenas que aún tiene una mentalidad muy radical”.

El pintor Whitman Gualsaquí, autor del cartel de fiesta, que resalta la imagen de una niña ataviada con flores y frutas, explica que ese refleja la productividad de la tierra y la unión de la gente. La mayoría de otavaleños espera que el mensaje del artista cale en los vecinos y que Otavalo vuelta a tener la fiesta más amable del país, como reza su eslogan.

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