El Aaiun AFP
La militante saharaui Aminatu Haidar se encontraba hoy en El Aaiún (Sáhara Occidental), adonde llegó en un avión medicalizado desde España después de algo más de un mes de huelga de hambre para que Marruecos la dejara volver a casa.
El avión que transportaba a la militante desde la isla española de Lanzarote (Canarias) aterrizó hacia las 00H15 en El Aaiún, donde fue recibida por dos jefes de su tribu saharaui Izerguiynes, Mohamed Fadel y Mohamed Nafaie. Su tío paterno Bachar Ahmed Haidar, que le había pedido que suspendiera su huelga de hambre, también estaba presente, así como un médico y un enfermero marroquíes.
Aminatu Haidar, de 42 años, cumplió con las formalidades de ingreso (en el aeropuerto de El Aaiún) al señalar en la ficha de entrada que “ llegaba a Marruecos ” , anunció el viernes una fuente policial.
“Esto es un triunfo del derecho internacional, de los derechos humanos, de la justicia internacional y de la causa saharaui”, había afirmado Haidar a los periodistas a su salida del hospital -en el que ingresó por petición propia- y poco antes de embarcar con destino al Sáhara Occidental.
El regreso de Haidar puso fin a un caso que comenzó el pasado 14 de noviembre cuando fue expulsada por Marruecos hacia España a su llegada a El Aaiún por haber rechazado “cumplir con las formalidades policiales habituales ” y renegar de su nacionalidad marroquí.
La activista inició dos días después una huelga de hambre de más de un mes para pedir su regreso al Sáhara Occidental, mientras el gobierno español ofreció a Haidar diversas posibilidades como un pasaporte o la nacionalidad española, todas rechazadas por la activista.
Marruecos, de su lado, le exigió que pidiera perdón por haber renegado de su nacionalidad marroquí.
Hoy, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, negó que España hiciera “concesiones” a Marruecos para permitir el regreso al Sáhara Occidental de la activista.
“No ha habido concesiones”, sino “amplias negociaciones” con el gobierno marroquí, declaró Moratinos en rueda de prensa en Bruselas.
Marruecos “al final, ha entendido que lo normal y lo lógico era permitir el regreso de la militante”, apostilló.
Madrid “no tiene por qué arrepentirse de nada”, subrayó Moratinos, que el jueves admitió por primera vez haber sido informado por Marruecos de la expulsión de la activista antes de su llegada a España, adonde entró únicamente con su permiso de residencia, ya que Rabat le había confiscado el pasaporte.
El ejecutivo español realizó además diversas gestiones con Marruecos, la ONU, Estados Unidos y Francia, que acabaron por dar sus frutos.
París anunció el jueves que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, había pedido a Marruecos que le suministrara un pasaporte a Haidar, mientras que España llamaba a Rabat a permitir el regreso de la activista” ante el agravamiento de su situación humanitaria”.
La huelga de hambre de Haidar ha hecho que la comunidad internacional vuelva a poner en la agenda el conflicto del Sáhara Occidental, bloqueado desde hace años.
El Frente Polisario defiende la celebración de un referéndum de autodeterminación de la antigua colonia española, que Marruecos se anexionó y administra desde 1975, mientras que Rabat apuesta por una amplia autonomía del territorio.