Los juegos de mesa, adivinanzas, rompecabezas, entre otros, son buenas alternativas para disfrutar en familia. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Padres libres del teletrabajo o de actividades presenciales y chicos de vacaciones buscan alternativas para el fin de semana, en familia. El riesgo de contagio de covid-19 aún es alto, sobre todo en ciudades como Quito, en donde el número de casos del coronavirus sigue creciendo. Son 13 342, hasta este viernes 31 de julio del 2020. Así que los padres deben idear alternativas, que no impliquen exposición al virus.
Las familias tienen dos alternativas en el contexto actual, señala la psicopedagoga Cristina Tapia. La primera implicaría movilizarse hasta algún lugar con gran cantidad de espacios verdes, en donde no haya tanta gente. Y la segunda opción es optar por varias actividades conjuntas dentro de casa.
Si existe la posibilidad de movilizarse, Tapia recomienda no ir a un parque, ya que en estos sitios se ha registrado la afluencia de personas los fines de semana. La especialista recomienda un lugar alejado de la ciudad, con montañas o un río.
Ahí recomienda realizar una caminata y un camping para compartir en familia el almuerzo llevado desde casa. Tapia recuerda que esto se debe hacer con el grupo familiar primario, sin invitar a otras personas para evitar riesgos y poder estar en contacto con la naturaleza.
Si es imposible salir del hogar, la especialista sugiere que todos los miembros de la familia participen de juegos de memoria, juegos de mesa, adivinanzas a través de dibujos, entre otros. Es importante -señala Tapia- la imaginación para realizar actividades divertidas dentro de la casa.
Actividades pasivas como una tarde de películas o de karaoke también amenizan los fines de semana en familia, indica. También recomienda competencias entre los padres e hijos, como armar rompecabezas en el menor tiempo posible.
Para las familias que no tengan en casa ningún juego lúdico, la psicóloga recomienda, por ejemplo, una gincana en la que se esconda un tesoro y todos los miembros deban buscarlo, incluyendo pistas por diferentes áreas de la casa. Además sugiere un juego en el que se coloquen objetos como cojines para movilizarse, simulando que el piso es incandescente, hasta una meta definida. Cada vez se puede subir el nivel de dificultad, señala Tapia.
Toda la familia se encuentra bajo una situación de incertidumbre, señala la psicóloga clínica María José Cruz. Por ello -dice- está comprobado que los niños demuestran que les afecta esta situación y, probablemente, las actividades que antes disfrutaban mucho, ahora no les ayuden a entretenerse.
Cualquier actividad -dice la especialista- puede convertirse en lúdica. “Si tenemos que lavar los platos, quizá podemos darles un espacio a los niños para que también jueguen con el agua. Ellos van a divertirse muchísimo porque el hecho de jugar con agua significa estimular los sentidos, cualquier textura va a ser muy interesante para los niños”.
La especialista también recomienda actividad física. Está comprobado -asegura- que esta ayuda no solo a mantener el cuerpo saludable sino también la mente. “Se generan neurotransmisores que dan bienestar y tranquilidad. Más si se puede hacer en familia”.
También sugiere actividades artísticas, especialmente la pintura y el dibujo. Por ejemplo -dice- se puede ir contando una historia a través de dibujos. “Podríamos hacer pinturas con los dedos de los pies, permitirnos por esta tarde de sábado ensuciarnos, mancharnos”.
Lo fundamental -señala Cruz- es que los padres de familia o cuidadores de los niños estén muy involucrados en el juego, ya que no hay ser más importante para los niños que su papá, su mamá o su cuidador en general, asegura. “Si yo como niño veo que mi mamá o papá está disfrutando, riendo, concentrado en el juego, cantando mientras bailamos, sonriendo mientras nos manchamos los dedos, yo lo voy a disfruta muchísimo más”.