Sería injusto echar sobre los hombros del Gobierno toda la responsabilidad. Existen situaciones de tipo criminal, económico y político que han contribuido, desde hace tiempo, a incrementar la inseguridad. En este aspecto, es ineludible señalar a los regímenes anteriores y a su manera poco seria de asumir el problema. No obstante, el Régimen y sus aliados en la Asamblea sí deben rendir cuentas por las reformas a los códigos Penal y de Procedimiento Penal, las cuales, en parte, tienen directa relación con la multiplicación de los delitos. La solución no solo depende del Gobierno, pero este, dada su influencia tiene la obligación de liderar una acción conjunta y urgente con la Asamblea, la Judicatura, la Fiscalía, la Corte y la Policía.