Redacción Deportes
Cuando estaba por cumplir 40 años, el destacado hípico y motociclista Esteban de la Torre falleció en un accidente de tránsito. Sus pasiones eran los caballos y las motos, esta última le quitó la vida.
Salía del Arrayanes Country Club cuando, al llegar al sector de la Virgen, sufrió el penoso accidente. Una mala maniobra hizo que la moto se resbalara y terminara bajo las llantas de un camión. Ahí se pintó un corazón azul en su homenaje.
En su vida deportiva, siempre se destacó en la equitación, alcanzando importantes triunfos nacionales y participaciones internacionales. Fue múltiple campeón de salto, en todas las categorías. Pero también tenía como pasión las motos. Cuando llegaba a los concursos de equitación lo hacía en una camioneta y atrás cargaba su inseparable moto.
En los momentos que el calendario hípico se lo permitía, se escapaba para competir en un torneo provincial o nacional de motocrós. Una de sus actividades favoritas era salir a practicar enduro con un grupo de amigos.
Incluso, el año pasado hizo un intenso trabajo de preparación para asistir al Mundial de Enduro en Portugal. Pero ‘Teti’, como era apodado, se fracturó una rodilla, pasó cerca de cuatro meses con muletas y se esfumó el sueño de la aventura moticiclística.
Mientras que en su actividad profesional, la equitación, se desempeñaba además como profesor en el Quito Tenis. En las mañanas cuidaba de sus caballos y en las tardes daba clases.
Ahora quedará el vacío de quien en vida fue un maestro, aventurero y un personaje querido en el mundo deportivo.
Por ello, ayer se cumplió un acto de homenaje para ‘Teti’ en el segundo día de competencias del Primer Concurso Hípico Oficial Nacional (CHON), en Quito.
Fernando Villacís, en Jinetes B; Amelie Gudenus, en Infantil B; Hernando González, en Jinetes D, y ocho binomios igualados en Preinfantil, fueron los triunfadores en la jornada matinal del último día de competencias.
Allí se mezclaron los sentimientos de satisfacción con los de tristeza. Y para recordarlo se puso una placa junto a la caseta del jurado; durante el día los amigos fueron colgando en un árbol cintas de colores.