El Cuerpo de Bomberos Quito atendió a 69 personas que resultaron afectadas en el accidente en la vía Princesa Toa. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Los pasajeros del bus gritaban. Se escuchaban llantos y oraciones de las mujeres que le pedían a Dios que las salvara. La gente estaba desesperada mientras el chofer trataba de controlar el vehículo y se impactaba contra cuatro vehículos que circulaban en la vía Princesa Toa, antes de llegar al barrio 6 de Diciembre de Conocoto (valle de Los Chillos) en donde terminó por estrellarse contra un muro del conjunto residencial Vida Nueva.
Esas escenas se repiten en la mente de Jorge Valencia, uno de los pasajeros que se movilizaban en el bus de la cooperativa Los Chillos que se accidentó a las 07:15 de ayer 14 de diciembre del 2018.
El Cuerpo de Bomberos de Quito (CBQ) informó que cinco personas fallecieron, entre ellas el conductor, y 69 resultaron afectadas: seis en estado crítico, 23 con heridas moderadas y 36 ambulatorios. Los pacientes fueron trasladados a los hospitales Enrique Garcés, Pablo Arturo Suárez, Eugenio Espejo, Un canto a la Vida…
El vehículo accidentado es uno de los 17 de esa compañía que cubre la ruta Quitumbe-Sangolquí, desde mediados de octubre del 2015. Antes del siniestro, el bus ingresó a esa vía desde la avenida Simón Bolívar (sector La Argelia) y comenzó a descender. De pronto, la gente escuchó un sonido extraño, se apagó el carro, y aumentó la velocidad de forma paulatina hasta chocarse. Tumbó dos postes de electricidad en el trayecto.
Salomón Huilca es morador. Fue el primero en salir tras escuchar lo que ocurrió y comenzó a ayudar a los heridos. “Saqué una sierra para rescatarlos”. Añadió que, desde arriba, el bus trató de frenar y para amortiguar el golpe se impactó contra la pared. Al parecer, indicó el vecino, el vehículo tenía fallas mecánicas y habría perdido los frenos.
Los moradores se quejaron de que los accidentes son constantes en esa vía. “Por lo menos es uno mensual (…) hay exceso de velocidad. Nadie respeta”, añadió Huilca. Los vecinos aseguran que la vía es muy empinada y, en algunas ocasiones, los vehículos se han accidentado porque perdieron los frenos al descender.
Alcides Collaguazo es vicepresidente del barrio 6 de Diciembre. Recordó que, la semana pasada, un automóvil se impactó contra una vivienda.
Esa ruta de 4 km fue construida por la Prefectura de Pichincha en 2015 y está bajo su mantenimiento. César Ruiz, director de Gestión de Vialidad de la entidad, dijo que se realizará un estudio de los daños provocados por el accidente y coordinará investigaciones con las autoridades de control de tránsito.
A su criterio, al ser una vía hecha en una montaña, tiene un diseño sinuoso que obligó a la Prefectura a colocar rompevelocidades en varios tramos. Sobre todo en las curvas pronunciadas. Además, para alertar sobre la precaución que se requiere al transitarla, se colocó señalética.
Los agentes de la Unidad de Accidentología Vial de la Policía Nacional acudieron al sitio de la tragedia para levantar evidencias. En un informe preliminar de esa entidad se indica que, al parecer, el accidente se produjo por pérdida de frenos. Marco Castillo, capitán miembro del equipo policial que atendió la emergencia, señaló que al realizar el primer análisis del bus se pudo notar que posiblemente los neumáticos posteriores presentaban cristalización de frenos.
El oficial indicó que ya se solicitó a Fiscalía que extienda los permisos necesarios para desarmar el sistema y comprobar esa sospecha. La Policía informó que el bus impactó por la parte posterior a cuatro vehículos que se encontraban en la vía, chocó contra dos postes, se volcó y se incrustó contra dos viviendas.
Los conductores de dos carros que fueron chocados por el bus contaron su vivencia. Wilson Arellano conducía una camioneta negra que resultó afectada. “Yo bajaba y escuché que primero le chocó a un automóvil, le mandó contra la pared y al mirar por el espejo noté que estaba encima de mí”.
También se impactó contra un automóvil cuyo conductor estaba asustado. “Bajaba y solo sentí que me estrelló el bus, mandándome contra la pared”, explicó Bolívar Robayo.
Horas después del accidente, los dirigentes de la cooperativa Los Chillos se pronunciaron. Su presidente, Edison Barros, manifestó que el bus pasó la revisión vehicular en Rumiñahui, el 29 de enero del 2018. Sin embargo, según un comunicado del Municipio de ese cantón, la unidad no pasó una primera revisión el 27 de ese mes y luego le hicieron otra el 29, la cual sí fue aprobada. Por lo tanto: “es responsabilidad del propietario de la unidad realizar los mantenimientos y chequeos periódicos”.
Barros aseguró que el vehículo cuenta con un seguro de USD 40 000, que cubre los gastos de los heridos, fallecidos y daños materiales.