Para Carlos Dávila, su taxi se convirtió en su segundo hogar y el único sustento para mantener a su familia. Tiene un hijo que estudia en la universidad y dos están en el colegio. Con su trabajo por más 12 horas al día, cuenta que su situación es crítica, porque muchas veces no puede cubrir con todos los gastos del hogar y del vehículo que conduce.
Al día recorre, en promedio, entre 170 y 200 kilómetros. Cuando le va bien, se lleva a casa USD 50. Pero esta situación cambió con la medida del Pico y Placa, su vehículo deja de circular los días miércoles. Ahora, a esta problemática se suma la competencia, los automotores que brindan el servicio de taxi a través de los aplicativos móviles van en aumento.
“Los usuarios de a poco han reemplazado a los taxis amarillos por estas unidades y eso nos afecta económicamente y también social porque están apoyando un sistema que no es legal en la ciudad” manifestó.
Es por esta razón, que apoyó a sus compañeros para realizar los plantones para exigir al Municipio de Quito que controle la operación de vehículos que funcionan con plataformas móviles y la exoneración para el sector de la medida del Pico y placa.
Fueron cuatro días, desde el lunes 21 hasta este el jueves 24 de marzo que estuvieron desde las 6:00 para reunirse con las autoridades. Su punto de encuentro fue entre las calles Venezuela y Sucre porque los alrededores del Municipio se encontraron cercados.
Este jueves, solo 22 de los 50 dirigentes del taxismo convencional y ejecutivo pudieron acceder a la reunión, a la cual asistió el alcalde Santiago Guarderas; el secretario de Movilidad, Ricardo Pozo y la directora de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), Silvana Vallejo.
Suspenden los plantones
Luego de cuatro horas de reunión, los taxistas anunciaron que terminaron las protestas, pues se llegó a acuerdos. Por ejemplo, se anunció que el Municipio analiza exonerarlos de la medida del Pico y Placa que, según Carlos Brunis, dirigente del sector, representa un día sin trabajar.
Por su parte, Silvana Vallejo, titular de la AMT, señaló que no se cuenta con una cifra precisa de cuántos taxis son informales. Sin embargo, detalló que se intensificarán los controles para quienes trabajan a través de plataformas móviles.
Ante esta resolución, Brunis y los demás miembros del taxismo de Pichincha se mostraron satisfechos con las medidas tomadas.
El Secretario de Movilidad destacó que emitirán un informe sobre la factibilidad de levantar el Pico y Placa. En días pasados detalló que no es posible exonerar a los taxis de la restricción, puesto que el tráfico en la ciudad es alto por sí mismo y con esa exoneración aumentarían 30 000 vehículos en las calles.
Miguel Ángel Carrillo (nombre protegido) es conductor de Uber y apoya que el servicio de aplicativos móviles también se regule en el Ecuador, como se ha visto en otras ciudades de Estados Unidos y Europa.
En su caso también se ve afectado por las medidas del Pico y placa. Sin embargo, ha tenido que acostumbrarse a esta metodología de trabajo. Aunque debe circular con precaución, el trabajo en su vehículo es su fuente de ingreso y se preocupa por los controles que se van intensificar en la ciudad.
Desde la Agencia Metropolitana de Tránsito informaron que se conformó un grupo especial para ejecutar operativos de control de manera constante, con informes de inteligencia actuando en rutas críticas, denuncias, entre otras variables de alertas que tiene la AMT, de manera rotativa e itinerante, todos los días.