“Me estoy yendo porque no puedo escuchar más. Señora (procuradora), vaya a difamar a otros, no somos mafiosos”, dijo Guzmán, de 83 años y preso a perpetuidad desde 1992. Foto: Archivo AFP
El tribunal que juzga al jefe histórico de la guerrilla Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, evalúa sancionarlo, luego de que se retirara airado y amenazante de un juicio por terrorismo, en donde también se le procesa por narcotráfico, informó el miércoles 6 de diciembre de 2017 el Poder Judicial.
“Me estoy yendo porque no puedo escuchar más. Señora (procuradora), vaya a difamar a otros, no somos mafiosos”, dijo Guzmán, de 83 años y preso a perpetuidad desde 1992. Se levantó inesperadamente de la silla que ocupaba y se retiró de la audiencia sin permiso del juez, según imágenes de televisión.
Su reacción ocurrió cuando la procuradora antidrogas aseguraba que el narcotráfico financió a Sendero Luminoso. “No sabe con quién se mete usted, esto es una infamia”, dijo el anciano líder, notablemente exaltado y agitando su brazo derecho, con el dedo índice en alto, mientras miraba de reojo a la procuradora Sonia Medina.
El tribunal procesa a Guzmán junto a otros 11 integrantes de la cúpula de la guerrilla por un atentado terrorista con coche bomba en la calle Tarata de Lima, que dejó 25 muertos en 1992. El 12 de diciembre de 2017 debatirán si ese gesto califica como una “velada amenaza”, según denunció la procuradora.
La fiscalía le imputa a Guzmán en este caso la autoría mediata por los “delitos de terrorismo y narcotráfico” y pide cadena perpetua. El juicio arrancó en febrero pasado. La procuradora antidrogas asegura que el gesto de Guzmán con sus manos simula una pistola. De comprobarse que hubo amenaza el tribunal podría sancionar al dirigente, eventualmente endureciendo el régimen penitenciario que cumple desde hace 25 años.
No es la primera vez que Guzmán deja el tribunal durante el juicio del caso Tarata. Ocurrió en otras dos ocasiones, aunque es la primera vez que se produce por el tema del narcotráfico. Según las autoridades peruanas, los remanentes de Sendero Luminoso actúan en zonas cocaleras donde operan traficantes de cocaína. Perú es uno de los mayores productores mundiales de esa droga, que se elabora a partir de la hoja de coca.
Durante la audiencia del martes, el general Marco Miyashiro, quien en 1992 perteneció a la unidad policial que capturó a Guzmán, afirmó “que esta organización terrorista recibió financiamiento de bandas del narcotráfico que operaban en el Huallaga”, un valle cocalero del este de Perú.
Guzmán cumple desde septiembre de 1992 una condena a prisión perpetua por “delitos de terrorismo y crímenes contra los derechos humanos” por hechos ocurridos entre 1980 y 1990, durante el conflicto interno en Perú.
Los métodos crueles de Sendero Luminoso contra poblaciones civiles en los Andes de Perú, fueron comparados con los del Jemer Rojo en Camboya. La guerra interna en Perú que dejó unos 70 000 muertos.