Nueva York, Ginebra, La Paz, Buenos Aires. DPA, ANSA
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, recordó ayer, con motivo del Día Mundial del Agua, que “muere más gente a causa del agua no potable que a causa de cualquier forma de violencia, incluyendo la guerra”.
Ban, además, manifestó: “Estas muertes atentan contra nuestra humanidad, y minan los esfuerzos llevados a cabo por muchos países para alcanzar el potencial que tienen para desarrollarse”.
Galardón a científica
La especialista estadounidense Rita Colwell fue distinguida con el Premio del Agua 2010 por su trabajo para prevenir el cólera y otras enfermedades infecciosas que se transmiten a través del agua. El Instituto Internacional del Agua (SIWI), con sede en Estocolmo, anunció ayer la concesión del reconocimiento.
En la capital sueca elSIWI indicó que la científica de 76 años es la ganadora de este galardón dotado con USD 150 000. La distinción le será entregada el 9 de septiembre por el rey Carlos Gustavo de Suecia durante la Semana del Agua. Colwell labora en la Universidad de Maryland.El Secretario General de la ONU también señaló que el agua está “relacionada de manera directa” con los objetivos del organismo mundial: mejorar la salud maternal y de los niños y la esperanza de vida; otorgar más poder a las mujeres; seguridad alimentaria, desarrollo sostenible y lucha contra el cambio climático.
“Día tras día, vertimos en el agua millones de toneladas de residuos industriales y agrícolas sin tratar”, apuntó Ban. “El agua limpia se ha visto reducida y se verá aún más reducida con la llegada del cambio climático”.
La ONU tiene un dramático diagnóstico: unos 884 millones de personas no tienen acceso a agua potable y 2 600 millones de personas (casi un 39% de la población mundial) no disponen de instalaciones sanitarias en condiciones, algo que tiene serias implicaciones en los niños.
Para el relator especial de la ONU sobre Salud, Anand Grover, los niños son “especialmente vulnerables” al agua contaminada. Se calcula que 1,5 millones de niños menores de cinco años mueren anualmente en el mundo por no disponer de agua potable y no tener las condiciones mínimas higiénicas.
La falta de agua en condiciones tiene también impacto en la educación. “Las enfermedades relacionadas con el agua privan a los niños de ir a la escuela, amenazando su derecho a la educación”, apuntó ayer el relator especial de la ONU sobre el derecho a la educación, Vernor Muñoz.
Otro de los problemas es que los niños, en particular las mujeres, son los que normalmente van a buscar agua para sus familias, caminando largas distancias para encontrar una fuente potable. Algo con lo que, denuncia la ONU, se exponen a ser blanco de ataques, incluidos los de tipo sexual.
Por otra parte, la situación del agua en América Latina, como revelan numerosos estudios de la ONU, presenta ventaja respecto de otras áreas del planeta.
Por ejemplo, la región posee el 31% de todas las reservas de agua dulce del planeta pero solo el 8% de la población global y esto le permite obtener el 68% de toda su electricidad de fuentes hidroeléctricas a diferencia del promedio mundial que es inferior al 16.
No obstante, América Latina no está exenta de enormes problemas provocados por la falta de acceso al agua potable en las así llamadas villas miserias, barrios precarios o favelas en casi todos los países de continente.
En tanto, el presidente Evo Morales anunció ayer que Bolivia planteará a Naciones Unidas que declare al agua y a los servicios básicos “derecho humano universal y de libre acceso”.
La propuesta de declaración busca que los Estados y Naciones Unidas “promuevan el respeto a ese derecho y aseguren, a través de medidas progresivas de carácter nacional e internacional su reconocimiento y aplicación universal y efectivo”.
En otro acto con motivo del Día Mundial del Agua, el artista plástico Nicolás García Uriburu y la organización Greenpeace tiñeron en Argentina, de color verde y con una sustancia inocua, las aguas del Riachuelo, unas de las cuencas más contaminadas del mundo, para reclamar su saneamiento definitivo.
La acción, observada por vecinos y turistas, tuvo el objetivo de alertar de la necesidad de cuidar un recurso cada vez más escaso.