Redacción Guayaquil
Llegaron a pie, en bicicleta y en camiones. Agricultores de las zonas aledañas a Puerto Inca se acomodaron en la cancha de ese recinto del cantón Naranjal (Guayas), para participar en la asamblea.
Muchos de ellos asistieron porque querían hablar de sus temores por el próximo invierno. El pedido que los aglutinaba era uno solo: que el Gobierno cumpla, urgentemente, con el dragado del río Cañar. Esto impediría que, una vez más, esa zona quede bajo el agua y que se pierdan plantaciones y casas.
En un cartel de papel, escrito a mano, Arturo Gorotiza, del recinto Trovador 3, pedía que el “Señor Ministro Javier Ponce autorice el dragado del río Cañar”.
Al dirigirse a los campesinos, Emilio Cedeño, representante de los agricultores de Puerto Inca, insistió con este anhelo al presidente Rafael Correa. Esto, para que se cumpla con los trabajos ofrecidos durante la emergencia de 2007, principalmente, para extraer los sedimentos del afluente.
“Por el lado de Cedege ya todo está hecho. Lo que falta, ahora, es que el Ministro de Defensa destine al Cuerpo de Draga de la Marina y se haga el dragado lo más urgente”, dijo Cedeño.
El directivo recordó que ese ofrecimiento lo hizo el Presidente durante la inundación de 2007, cuando recorrió la zona con el agua casi hasta la cintura y constató la gravedad de los daños.
Moradores de unos 50 recintos y comunas de las parroquias Jesús María, San Carlos y Santa Rosa de Flandes piden atención del Régimen. Allí están pequeños, medianos y grandes productores. Están bananeros, plataneros, cacaoteros, camaroneros…Se verían afectadas 30 000 hectáreas.
Jimmy Cruz, presidente de la Junta Parroquial de Jesús María, explica que ellos apoyan la gestión de Cedege. “Hace tres meses viene tramitando la obra con la draga de la Marina, pero no se cuenta con la autorización del Ministerio de Defensa”.
Tienen el estudio, la planificación, el trabajo de reforzamiento de los muros a ambos márgenes en 40 km, “pero todo está inconcluso si no le abren la boca al río”.
Cruz dice que, desde hace dos meses, 15 máquinas de la empresa privada hacen una limpieza de varios puntos del cauce, donde hay acumulación de sedimentos.
Grupos empresariales de banano y camarón como Quirola, Noboa, Cabrera, Barba, López, junto a medianos productores, han unido recursos y equipos.
En un sobrevuelo por la zona, se observan dichos trabajos. También son evidentes, a lo largo del cauce, las pequeñas islas formadas por la arena acumulada.
En los alrededores de esta cuenca hay sembradíos, por un lado, y piscinas (camarón y tilapia), por otro. Se perderían si por el invierno se desbordan el Cañar y varios esteros afluentes.
El punto crítico va desde el sitio conocido como Tres Bocas. Allí se unen el río Cañar con los esteros Tigrera y Segundo Cruce de Álamo. Desde allí a la desembocadura del Churute se requiere del dragado de unos 11 km.
Lola Lucero, vicepresidenta del recinto Lechugal, califica como el desastre más grande el tener cerca la carretera Cuenca-Molleturo. “Todo el material de los cerros ha ido a parar al río, que hace varios años era navegable”.
Este Diario intentó una versión de Carlos Andrade, director ejecutivo de Cedege. El viernes al mediodía no estaba en su oficina y su Secretaria dijo que asistía a reuniones. Llamamos a su celular 093576037 y no contestó.