Las declaratorias de emergencia para la contratación directa de los principales proyectos en el área petrolera no están claramente justificadas.
Petroproducción, encargada de la producción y explotación, es la principal área operativa de Petroecuador y la que mayores recursos maneja. Petroproducción firmó 57 contratos entre enero de 2008 y abril de 2009, por un total de USD 731,9 millones.
De estos, 20 se adjudicaron bajo la modalidad de contratación directa y por emergencia y constituyen los contratos de mayor cuantía dentro de la filial.
Juntos suman USD 487, 4 millones, es decir, 67% de todo el monto de inversión adjudicado en ese período. Así lo confirma el listado de contratos vigentes a 2009, que consta en la página web de Petroproducción.
Según el primer literal del artículo 23 del Reglamento de Contratación de Petroecuador, la emergencia se dictará solo “para superar situaciones que provengan de fuerza mayor, caso fortuito, emergencias previamente calificadas, mediante resolución del Presidente ejecutivo en Petroecuador o los vicepresidentes” en las filiales.
El instructivo que regula esta norma es aún más explícito y define a la emergencia como: “La situación de apremio suscitada por peligros inminentes, daños o catástrofes… cuyas repercusiones causarían, en el desenvolvimiento normal de sus actividades, alteraciones graves”.
Pero los 20 contratos firmados directamente hacen referencia a la perforación y reacondicionamiento de pozos, estudios de sísmica, renovación de oleoductos y provisión de energía a los campos petroleros. Es decir, a proyectos que han estado en carpeta por largos años en la petrolera local y no han podido ser ejecutados.
No obstante, el ministro de Minas y Petróleos, Germánico Pinto, defendió estos procesos. “Lo que pasa es que Petroecuador era ineficiente y esas cosas no se hacían. Los decretos de emergencia lo que han permitido es que se hagan las cosas”.
Agregó que estos procesos también han mejorado la ejecución presupuestaria. Hasta 2006, la ejecución de inversión era del 40% y mejoró en 2008, al pasar al 64%, según datos de Petroecuador.
Sin hacer referencia puntual al caso de Petroproducción, Jorge Luis González, del Instituto Nacional de Compras Públicas (Incop), define a la emergencia como una situación de fuerza mayor, por lo que no debe usarse para comprar equipos o muebles que no estén bien justificados por los directivos.