Al menos 47 personas murieron y más de 250 fueron heridas en varios atentados con bomba perpetrados cerca de la ciudad de Mosul (norte del país) y en Bagdad ayer, informó la Policía iraquí.
Pero el primer ministro, Nuri al-Maliki, renovó su confianza en la capacidad de las fuerzas iraquíes de brindar seguridad. En el ataque más grave, dos camiones bomba estallaron antes del amanecer en la aldea de Jazna, al este de Mosul, dejando 28 muertos y 155 heridos. Estas violentas deflagraciones destruyeron 35 casas y dejaron grandes cráteres en esta aldea, donde viven miembros de la pequeña secta Shabak, de origen kurdo.
Esta secta de lengua kurda, integrada por unas 30 000 personas, está diseminada en 35 aldeas en la provincia de Nínive. Muchos de esos pueblos piden su incorporación a la región autónoma del Kurdistán (norte). Su fe es un sincretismo entre el islam y el cristianismo.
Sus miembros fueron perseguidos durante la era de Saddam Hussein porque eran kurdos. Después de la invasión dirigida por Estados Unidos en 2003, fueron blanco de varios ataques de Al Qaeda. Bagdad. AFP