El pasado 16 de septiembre de 2006, los quiteños disfrutaron de las obras de tres grandes maestros de la pintura universal: Goya, Picasso y Miró.
La muestra, una de las que más acogida tuvo aquel año, se denominó Tres grandes de España’.
Tres pisos del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica acogieron 339 piezas de arte gráfico (y alguna cerámica) de Francisco Goya (1746-1828), Pablo Picasso (1881-1973) y Joan Miró (1893-1983).
La muestra, propiedad de la Fundación Metropolitan, de Milán (Italia), llegó a Quito gracias a la gestión de la Universidad, en su año jubilar, y de diario EL COMERCIO y Banco Pichincha, que cumplieron, ambas entidades, cien años. La aventura comenzó en 2005, cuando Gabriela Costa, del Centro Cultural de la PUCE, se encantó con una gran exposición en Chile.
Era propiedad de la Fundación Metropolitan. Hizo los contactos y se regresó a Quito con la idea fija de traer esa muestra. Los cuadros llegaron a Quito en la valija diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores, la primera semana de septiembre, desde Santiago, donde se exhibían. Con la obra llegó Alberto Montale, de la Metropolitan.
LEY DE COMUNICACIÓN
‘La ley no debe coartar la libertad a ninguna persona’
ENTREVISTA A ANTONIO RICAURTE
POLÍTICO y EX CONCEJAL DE QUITO
Redacción Quito
¿Es difícil para un político joven acceder a los medios de comunicación?
La oportunidad que he tenido, mis posiciones; la fuerza y la firmeza con la que he dicho lo que pienso y creo, me han abierto las puertas de los medios. Si no hubiera tenido esa apertura para decir mis proyectos y sueños cuando fui candidato a concejal, a mis 23 años, no hubiera sido concejal. Cuando era un completo desconocido, los medios me abrieron las puertas. Pero, claro, hay que tener propuestas concretas.
¿La propuesta de Ley de Comunicación pudiera democratizar la participación ciudadana?
Lo que va hacer es callar la voz de los ciudadanos. Hay una clara intención del Gobierno de hacer pensar, ver y creer que solo los medios van a ser perjudicados con la ley. Pero los principales afectados son los ciudadanos. Algún momento hay algo que decir y plantear para el desarrollo. La democracia tiene que sustentarse en el hecho de tener varias opciones para informarse.
Entonces ¿qué reformas deberían incluirse en el debate de la ley?
No se debe coartar para nada la libertad de expresión. Yo sí creo que debe haber códigos de comportamiento en una sociedad y parámetros para el respeto mutuo. Pero no se debe tener una instancia que, dirigida desde el Gobierno, diga si un medio ha actuado bien o mal y tener la potestad de cerrarlo. Si hago una denuncia y en el proceso judicial se hace ver que no tiene asidero; entonces, somos responsables el periodista, yo y el medio. Eso es coartar la libertad y tratar de cubrir algo.
¿Qué tan saludable es incluir propuestas de diversos actores en el proyecto de Ley de Comunicación?
Por supuesto que sí. El debate y la discusión tienen que ser enriquecidos no solo por quienes hacen los medios o periodistas; también la sociedad civil organizada y no organizada. Habrá un grupo no organizado que tendrá algo que decir a la colectividad; hay que escuchar y corregir.
¿Se puede decir participación ciudadana el hecho de que aparezcan en los medios voces de la sociedad?
Participación ciudadana no solo es el hechos de ir a votar. Participación es cuando un dirigente reúne y plantea soluciones a los problemas de su barrio. Participación es conversar en familia, con amigos; es informarse en los medios o participar en uno expresando sus ideas.
¿Es necesario educar para que la gente se empodere de los espacios comunicativos?
La educación viene dada desde los espacios sociales como la familia y los centros educativos. Pero también educación es el hecho de poder ver un medio de comunicación y al final del día sacar conclusiones. Eso solo se puede obtener si hay varias opciones. Si solo tenemos medios
estatales no hay la posibilidad de discernir. Si solo hay la verdad de un medio, no puede haber democracia.
¿Hay participación en los actuales medios estatales?
Ahora yo he visto que no. A mí no me han invitado a un solo medio estatal. Desde que he mostrado mi criterio en contra de determinadas políticas del Gobierno y de la administración municipal ningún medio estatal me ha llamado ni me ha preguntado nada.
¿No es necesaria una norma para los medios estatales?
Es fundamental que se pueda regular el hecho de que el Estado y el Gobierno puedan tener su medio para que informen su verdad. No solo para este Gobierno, sino para los que vengan. Pero no acaparar y monopolizar. El monopolio en cualquiera de los espacios es catastrófico para la sociedad, mucho más en los medios de comunicación.
Pero un mal uso de estos espacios puede ocasionar que la gente no crea en el proyecto generado desde el Estado.
Hoy por hoy el Gobierno tiene a su cargo entre el 70 y 80% de los medios. Una cosa es lo que dice ahí y otra es la realidad. Hay una propaganda
atroz durante el día. Es necesario tener otros medios para poder discernir la información y que la gente discuta.
Los medios populares también exigen más participación. ¿Un político joven considera a este espacio una nueva tribuna?
Dentro de mi planteamiento político señalaba la participación comunitaria en los espacios de estos medios. Por ejemplo, en Quito debería haber un medio en cada una de las ocho administraciones zonales. Ojalá en cada barrio para que desde ahí la gente que se organiza tenga una tribuna para informar al resto del barrio.
¿El debate de la ley se ha generado en espacios públicos y ciudadanos?
Yo he visto que sí discute la ley de comunicación. Se han realizado foros desde la academia, en los colegios, en los gremios, en la Asamblea Nacional. Pero al final del día no trascienden porque no hay la intención del Gobierno ni de la mayoría de la Asamblea para poder incluir esos criterios y ponerlos en el debate.