300 familias esperan un puente fronterizo

Redacción Loja

Los terrenos que comparten las poblaciones fronterizas de Lalamor (Ecuador) y Alamor (Perú) están desérticos. A más de tierras áridas hay escasas actividades productivas.

La crianza de chivos es el principal sustento de 300 familias de ambos poblados. Para llegar desde Zapotillo (Ecuador) se requiere una hora en camioneta y de Sullana (Perú) 90 minutos.

Ambas rutas están llenas de polvo la mayor parte del año, dice Rufino Sánchez,  de Zapotillo. “Ahora se siente  más el polvo. Por la construcción del puente internacional ingresan más carros y levantan  polvaredas”.

Para  el peruano Alfredo Carreño (63), eso no es problema. Él y sus vecinos están esperanzados en la construcción del puente internacional de Lalamor, que empezó hace año y medio.

En la actualidad, la población cruza el río en lanchas. El servicio lo da José Arcentales, quien cobra USD 0,15 por persona. A diario  20 personas  van de Ecuador a Perú y viceversa.

Ahora, por la sequía las camionetas atraviesan ese afluente de unos 25 metros de ancho. En invierno, no es posible y al menos 60 pequeños comerciantes de ambos lados de la frontera deben pagar por cruzar en lancha.

“Cuando llueve tenemos que utilizar botes para cruzar arroz, cebolla, pescado, leche Gloria y otros productos desde Perú”, cuenta Sánchez. En la actualidad, 60 obreros aceleran la construcción del puente, que beneficiará a los cantones lojanos de Zapotillo, Pindal, Celica y Puyango.

El puente Lalamor tendrá bases de hormigón armado y vigas metálicas con acero estructural. La estructura  está diseñada para soportar hasta 70 toneladas de carga. Actualmente, la obra tiene el 70% de avance.

La construcción del puente representó una inversión de USD 2,53 millones y se prevé que concluirá en febrero próximo. Esta estructura servirá para enlazar el Eje vial 2 entre Ecuador y Perú. Ecuador invierte USD 40 millones en esa vía.

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