El canciller Patiño, el presidente Correa, el asambleísta Carlos Viteri Gualinga y el músico Ovidio González (de izq. a der.). Foto: Presidencia de la República.
A su entrada a cualquier evento, público o privado, los asistentes gritan. Hay quienes pugnan por lograr una fotografía con él. Hay los fans que buscan un autógrafo o que llevan grandes portarretratos suyos para demostrarle su admiración. Pero no se trata de un ‘rockstar’, eso es lo que sucede cuando el presidente Rafael Correa entra en escena.
Su carisma es indudable y sabiéndolo, su equipo de comunicación se encarga de explotarlo en cuanta tarima se puede armar. Sólo en el transcurso del 2014, el Mandatario, de todos los eventos públicos en los que participó, 37 tuvieron un toque musical, según los registros fotográficos de la Presidencia.
Desde su llegada al Gobierno en 2007, el presidente Correa ha dejado en claro su gusto por la música y el canto, detalles que han sido explotados para entretener a sus seguidores.
Por eso la Presidencia organiza también las denominadas noches culturales cuando el Jefe de Estado viaja al extranjero a visitar a las comunidades de migrantes o cuando tiene un gabinete itinerante y enlace sabatino seguidos.
En estos doce meses hubo 14 de esos eventos. De estos 11 fueron en Ecuador; en La Concordia, Gonzalo Pizarro, Pangua, Guayllabamba, Bucay, Déleg, Carlos Julio Arosemena, Huaca, Paján, Tisaleo y Sucúa; y tres en el exterior; Génova, Barcelona y Nueva York.
Orquestas y artistas se presentan en estas actividades y el Mandatario los acompaña a ellos durante las presentaciones, micrófono en mano. Entre sus canciones predilectas están las de protesta, los pasillos y otros géneros de la música nacional. Se ha convertido en algo habitual verlo cantar, aspecto infaltable incluso en los enlaces sabatinos, que este año fueron 49, a excepción de los siete que fueron dirigidos por el vicepresidente Jorge Glas.
Los demás funcionarios también intentan acoplarse al estilo presidencial. Hay quienes no se niegan a acompañarlo en sus momentos musicales. El canciller Ricardo Patiño es el que más duetos le ha hecho. Los legisladores Gastón Gagliardo y Carlos Viteri Gualinga y la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, también han compartido escenario con el Mandatario. Sin embargo, hay otros ministros y asambleístas, incluso el vicepresidente Glas, que prefieren seguirle el ritmo desde un espacio secundario, sin micrófono o sólo con las palmas.
Las visitas oficiales de otros presidentes y políticos también se han prestado para que el presidente Correa muestre su gusto musical. Por ejemplo, la última cita de la Unasur, en Quito, y el primer Encuentro Latinoamericano Progresista. Ahí los funcionarios extranjeros se unieron al espectáculo musical con sus voces.
Para este tipo de eventos políticos, el Gobierno utiliza no sólo a músicos nacionales, como Karla Kanora y Jaime Enrique Aymara, y hasta internacionales, sino a bandas folclóricas, grupos de danza y ballet, orquestas tropicales y bandas de pueblo.
Todos estos encuentros, sirven para que Correa transmita su mensaje a la ciudadanía, los votantes. Pero las intervenciones culturales y musicales ayudan a mejorar los ánimos de los asistentes. Por lo general los discursos del Mandatario duran en promedio 40 minutos y en este año, según los registros de la Presidencia, han sido 114, es decir alrededor 76 horas.