Redacción Manta
El catastro de las tierras en las zonas rurales de Manta y Montecristi, en donde los gobiernos de Ecuador y Venezuela proyectan la construcción de la refinería del Pacífico, ya concluyó.
El trabajo desarrollado en cuatro meses estuvo a cargo de técnicos del Instituto Geográfico Militar (IGM). Washington Vinueza, responsable del proyecto, comenta que las tareas fueron arduas.
Los requerimientos
Los promotores del proyecto ofrecieron la instalación de Internet en la escuela del sector, pero hasta el momento los estudiantes del establecimiento no acceden a ese beneficio.
Los vecinos esperan que cuando empiece la construcción de la refinería, se contrate mano de obra local. En la zona de influencia, la agricultura es la principal fuente de empleo.
Otra preocupación es la protección del bosque Pacoche, principal sustento de 10 comunidades. Los dirigentes locales piden un estudio para preservar ese hábitat.
Los presidentes Rafael Correa y Hugo Chávez llegaron al sitio, para poner la primera piedra, en noviembre de 2008.
Los técnicos trabajaron en ambientes agrestes. El grupo de 45 personas realizó el levantamiento de datos, incluso, en quebradas.
El área de trabajo cubrió 20 000 hectáreas, la mitad en la zona rural de Manta y el resto en Montecristi. 1 100 predios fueron registrados en 120 días.
El 50% de las tierras sometidas al catastro es utilizado para la producción de pastizales, el 25% en agricultura y el restante 25% está abandonado. El trabajo se concentró en la zona de El Aromo (sureste de Manta y en los Bajos de Montecristi).
Hasta el 18 de julio se reconfirmarán algunos datos que aún están sueltos. Falta la demarcación de varios predios en El Aromo y el sitio Los Anegados. A fines de agosto, el IGM entregará el informe al Instituto Nacional de Desarrollo Agrario (INDA).
Las autoridades de esta entidad darán a conocer los detalles del catastro a los técnicos del Ministerio de Energía y Minas, Petroindustrial y a la Corporación Refinería del Pacífico.
Vinueza cree que, posiblemente, el trabajo de catastro se amplié a otras 5 000 hectáreas. “Esos se definirá en Quito, en los próximos días”. El contrato entre el IGM y el INDA fue por USD 400 000.
Vinueza asegura que el 80% de esas propiedades no está legalizado. Por ello, desde esta semana, un grupo de funcionarios del INDA trabaja en la fiscalización e inventario catastral. También en la entrega recepción de la información de predios.
El fin es facilitar los trámites para la legalización de las tierras. La mayoría de propietarias heredó los predios en la zona.
Mario Flores, habitante del sitio Bajo de Adentro, espera que las promesas que han hecho las autoridades sobre el papeleo se cumplan. “No tenemos recursos para realizar los trámites”.
David Piloso reside en el sitio Cárcel, que forma parte de la llanura de Los Bajos. Él pide más información sobre el proyecto.
Reconoce que hay muchos rumores. “Cuando se escuchó que estaban midiendo los terrenos, pidiendo información a los vecinos, la mayoría pensaba que la refinería se construiría a espaldas del cerro de Montecristi”.
Piloso cree que es bueno saber cuántos predios hay en la zona. En su opinión, la legalización también es muy importante porque les permitirá vender los terrenos. “La mayoría no sabe cuál es el costo del metro cuadrado de tierras en estos lugares”.
En El Aromo, después de la visita de los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Hugo Chávez, solo queda el campamento que fue adecuado para la ceremonia en uno de los ramales de ingreso al bosque húmedo de Pacoche.