Redacción Sociedad
Un total de 18 personas fueron detenidas, luego de ser sorprendidas talando árboles de cedro en la Zona Intangible Tagaeri-Taromenani del Parque Nacional Yasuní. También fueron decomisados 500 tablones, tres motosierras y tres machetes.
Según Soledad Vela, asistente de coordinación del Plan para la Protección de Pueblos Indígenas Aislados, estas detenciones se registraron mediante patrullajes con apoyo militar en las últimas semanas.
El más reciente fue el lunes 6 cuando se descubrió un asentamiento maderero en precarias condiciones en la zona entre los ríos Nashiño y Cononaco, frontera sur con Perú. Este se encontraba ocupado por al menos cinco personas, entre ellos una mujer y un niño.
A su vez, en operativos anteriores se detuvo a 13 madereros ilegales, todos peruanos, en varios campamentos improvisados. Estos tenían equipos de radiocomunicación de alta frecuencia contactados con Iquitos, Perú. Además, fueron localizados a cinco días de camino por tierra del Destacamento de frontera más cercano.
Estas personas se adentran en esta zona frágil con el objetivo de explotar cedro, una de las maderas finas y que junto a la caoba se encuentran en veda. Los árboles de cedro tardan alrededor de 50 años en madurar y de cada uno se saca hasta 250 tablones.
Vela asegura que, aparte de causar daños ambientales en la selva amazónica, estas actividades ilícitas ponen en serio riesgo de enfrentar a los pueblos en aislamiento voluntario y a los madereros.
Esta actividad ilícita no tiene freno, pese a que el Ministerio del Ambiente insiste en que se reforzaron los controles. Incluso hace un año se instaló una estación de monitoreo en Shiripuno, en la entrada a la Zona Intangible, aparte de otros puestos y de operativos en conjunto con militares. Vela cree que estas personas entran por zonas como Curaray.