La compañía lleva 21 años en el mercado. Su gerente, Javier Serrano, explica que la empresa nació en junio de 1988.
Su objetivo fue simplificar la elaboración de jugos, sin pelar ni sacar semillas. En ese año, el mercado ya prefería bebidas artificiales por la facilidad de preparación.
En dos décadas, la compañía ha recibido cuatro inyecciones de capital de USD 250 000 cada cinco años, para aumentar la producción y suplir la demanda. Hoy, la infraestructura de la empresa es de 1 000 m2 de construcción, entre los que destacan ocho cuartos fríos para congelar 32 toneladas de pulpa de fruta a 30 grados centígrados y 14 contenedores fríos con capacidad para 2 230 kg cada uno. La logística se completa con 28 empleados y cinco camiones de transporte. El gerente de La Jugosa considera que la variedad de fruta ecuatoriana ha sido aliada en este negocio, que exporta el 40% del total de su producción entre abril y septiembre; meses de mayor demanda en el verano y se distribuyen así: a Rusia el 15%, a EE.UU. el 20%, a Montenegro y España (5%). Para estos destinos la pulpa de mora y maracuyá son las de mayor aceptación.