16 subsidios están vigentes en el Presupuesto, el doble de hace 9 años

En la foto, el presidente Rafael Correa, durante una entrevista con los medios en el parque Ayora de Tulcán. El jueves pasado, Correa anunció el retiro del subsidio al diésel, gasolinas y fuel oil para uso comercial e industrial . Foto: José Mafla / EL CO

En la foto, el presidente Rafael Correa, durante una entrevista con los medios en el parque Ayora de Tulcán. El jueves pasado, Correa anunció el retiro del subsidio al diésel, gasolinas y fuel oil para uso comercial e industrial . Foto: José Mafla / EL CO

En la foto, el presidente Rafael Correa, durante una entrevista con los medios en el parque Ayora de Tulcán. El jueves pasado, Correa anunció el retiro del subsidio al diésel, gasolinas y fuel oil para uso comercial e industrial . Foto: José Mafla / EL COMERCIO

Los cálculos iniciales del Gobierno apuntaban a destinar USD 5 966,8 millones para 16 subsidios en este año, pero a través de varias medidas consiguió reducir ese monto en más de USD 1 000 millones.

El jueves pasado, el presidente Rafael Correa firmó un Decreto para retirar el subsidio al diésel, gasolinas y fuel oil para uso comercial e industrial y para otros sectores como el naviero y transporte de carga pesada internacional; y restringió aún más el subsidio al combustible para aerolíneas.

El retiro de estas subvenciones significará un ahorro para el Fisco de USD 337 millones anuales, según el Gobierno.

Para Jaime Carrera, director del Observatorio de Política Fiscal, se trataba de un subsidio focalizado al sector productivo. “El retiro de este subsidio desalienta al sector productivo, que debe dinamizar en estos momentos a la economía”.

Este no es el primer ajuste que se realiza en el 2015. En abril pasado, la Ley de Justicia Laboral y Reconocimiento del Trabajo No Remunerado en el Hogar, permitió al Ejecutivo cortar este año USD 700 millones de los USD 1 100 millones que debía entregar en subsidios al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

La polémica Ley eliminó el aporte fijo que realizaba el Estado (40%) para el pago de pensiones y estableció que este aportará solo “cuando haga falta”, con lo cual queda a discreción del Ejecutivo la asignación del monto de subsidio que asignará al IESS año a año.

Hoy están vigentes 16 subsidios, el doble de los que existían hace nueve años. Durante los años de mayores ingresos estatales -como el 2008 o el 2010- se entregaron entre 21 y 32 subsidios, respectivamente.

Con el tiempo se han eliminado del Presupuesto algunos como a la harina, a la compra de equipo caminero o al transporte urbano. Con este último, que ascendía a unos USD 49 millones anuales, se había evitado el alza de pasajes, pero desde este año salió del Presupuesto y quedó en manos de los municipios otorgar o no el beneficio.

Aunque el subsidio para el sector eléctrico todavía existe, desde este año ya no es una transferencia directa del Gobierno Central sino que está a cargo de las empresas públicas. Por ello, este subsidio de unos USD 43 millones anuales tampoco consta en el Presupuesto.

En tanto, la transferencia fiscal para vivienda se focalizó según el costo del inmueble. Actualmente es de hasta USD 40 000. Y el subsidio al jet fuel (para aerolíneas) se ajustó en dos ocasiones, en enero del 2012 y el jueves pasado.

El Estado entrega subsidios generalizados; es decir, aquellos que benefician a toda la población, incluso a la de altos recursos económicos, como ocurre con los combustibles.

Un 59% del total de subsidios previstos para este año corresponde a compra de derivados.

Los ecuatorianos cancelan menos de la mitad de lo que realmente cuestan las gasolinas, dejando al Estado que pague la diferencia. En el caso del gas de uso doméstico, la diferencia es mayor, pues un cilindro de 15 kilos se importa a USD 8,25, pero el precio oficial de venta en el país es USD 1,6.

Para el director del Observatorio de Política Fiscal, este es uno de los subsidios menos equitativos, pues beneficia a los que más tienen. Cree que el monto de transferencias por combustibles es mucho mayor si se tiene en cuenta que el subsidio no solo es a los derivados que se importan sino a los que se producen en el país, aunque de esto último no hay cifras.

“En vez de exportar el petróleo, se entrega a las refinerías y su producción también se vende con subsidios”, dice.

Otro elemento a tener en cuenta es que el subsidio a los combustibles se paga con ingresos petroleros. Cuando el precio del barril de petróleo cae por debajo de los USD 39,4, el Fisco recibe cero dólares, porque apenas cubre el costo de producción, el pago de las tarifas a las petroleras privadas y la importación de derivados, según los propios datos del Gobierno. Y en agosto pasado, el crudo ecuatoriano se vendió en apenas USD 36,8 el barril.

Otro subsidio significativo es a los jubilados del IESS, de FF.AA. y Policía, que se llevan el 26% del total de subsidios.
Carrera cuestionó este subsidio, por estar destinado a quienes sí están cubiertos por la seguridad social. Pero Mauricio Pozo, ex ministro de Finanzas, cree que el subsidio era fundamental en las finanzas del IESS y su retiro puede generar a futuro un desequilibrio.

Otro subsidio importante es el focalizado a la población de bajos ingresos, como el Bono de Desarrollo Humano (BDH). Pozo y Carrera coinciden en que este es el mejor subsidio que hay en el país, pues llega a las personas que realmente lo necesitan, aunque consideran que deberían ser temporales.

Pozo indica que la reducción parcial de subsidios no resuelve el problema estructural del país, si no se emprenden otras decisiones encaminadas a la reducción del gasto público.

Bono de Desarrollo Humano
​Marco Naranjo, profesor de la Pontificia Universidad Católica
Los subsidios existen en todas partes del mundo. Los hay a la producción y al consumidor; para abaratar un bien o un servicio, como el subsidio a los combustibles, que abarata el costo de los pasajes. Lamentablemente, en el país personas de alto poder económico reciben subsidios a los combustibles sin necesitarlos. Se debe focalizarlos para que vayan a sectores de bajos ingresos y se podría empezar con la gasolina súper y extra, e incluso con el diésel, porque hay vehículos livianos de lujo que utilizan diésel.

Cifras deben transparentarse
Pedro Romero, profesor de la ­Universidad San Francisco de Quito
Lo importante es que el Gobierno ponga a disposición de la ciudadanía los montos de los subsidios, por tipo de subsidio, a qué sectores benefician y cómo se entregan. Otro tema fundamental es focalizar los subsidios a las gasolinas para la ciudadanía, que son los más distorsionantes, porque una persona mientras más autos tiene es más beneficiaria. El retiro del subsidio para la industria debe venir acompañado de una política de incentivos, para evitar un aumento de costos que genere desempleo.

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