En Tumaco, los militares presentaron a los 14 sospechosos del triple asesinato. Foto: Cortesía Ejército de Colombia
Colombia está de luto. Tras el asesinato de tres técnicos de la Fiscalía de ese país, el gobierno de Juan Manuel Santos activó un megaoperativo para capturar a los responsables. Soldados de esa nación se movilizaron por tierra, aire y mar en busca de los miembros del grupo armado residual Óliver Sinisterra, a quienes se atribuye el ataque armado.
Las primeras investigaciones revelan que la tarde del miércoles, un comando de los disidentes interceptó al equipo de la Fiscalía en la carretera que conecta Pasto con Tumaco, en el departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador. Luego, los armados les dispararon y por último incineraron el automotor con dos de sus ocupantes adentro.
El crimen generó una reacción en las autoridades colombianas, quienes en menos de 24 horas detuvieron a 14 personas que se presume participaron en la emboscada y posterior asesinato de los agentes.
Ellos fueron presentados ayer en Tumaco, el municipio con más sembríos de coca en el mundo. Soldados de la Fuerza Hércules los rastrearon y los detuvieron en casas cercanas a territorio ecuatoriano.
Los militares informaron que durante las capturas también se lograron incautar de fusiles, municiones, granadas, explosivos, pistolas, revólveres, escopetas y celulares.
Entre los detenidos hay cinco mujeres y nueve hombres. El Ejército indicó que todos los apresados son parte de las redes de alias ‘Guacho’, líder del grupo narcodelictivo.
En un comunicado, el gobierno de Santos informó que las víctimas son Douglas Dimitry Guerrero, perteneciente a la Unidad Nacional Contra el Crimen Organizado; Willington Montenegro Martínez, investigador del grupo Antiexplosivos, y Jair Alfonso Montenegro Galindes, investigador del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía.
El fiscal general de Colombia, Néstor Humberto Martínez, indicó que los trabajadores regresaban de una misión en contra de las organizaciones de narcotraficantes que operan en esa zona. Por eso, lamentó los hechos y dio sus condolencias a las familias.
Por la tarde, los cuerpos de los funcionarios fueron trasladados a Pasto. Militares de Tumaco los despidieron con honores y se espera que hoy se haga su velatorio. Mientras, el Ejército rastrea a más responsables.
En Ecuador, la seguridad de los funcionarios judiciales ha sido un tema frecuente por el Consejo de la Judicatura. Principalmente porque en el país también están en marcha investigaciones en contra de los disidentes. De hecho, desde enero pasado el resguardo a fiscales y jueces se ha intensificado. Esto ocurre porque Inteligencia militar y policial ha determinado que existe un alto riesgo para los servidores judiciales que laboran en zonas limítrofes con Colombia.
De allí que el anterior presidente de la Judicatura, Gustavo Jalkh, dispuso que las medidas de seguridad de los funcionarios judiciales sean manejadas por los directores de cada provincia.
Por ejemplo, en Esmeraldas existen antecedentes de amenazas de los disidentes hacia los funcionarios. De hecho, hasta el mes pasado, los reportes de esa provincia indicaban que al menos tres jueces tenían resguardo policial permanente, botones de auxilio e incluso fueron trasladados a otras provincias.
Uno de los jueces que tiene este tipo de control fue quien manejó el atentado a la torre eléctrica en Viche. En ese caso, una secretaria pidió que se organice un operativo para que pudiera dejar una citación a alias ‘Guacho’ en la casa de su madre, ubicada en Mataje.
En el caso de los fiscales que manejan expedientes contra los armados, la Policía también ha montado operativos para resguardarlos dentro y fuera del país. Este Diario conversó ayer con uno de los agentes que dirige una investigación contra ‘Guacho’ y dijo que la entidad le ha proporcionado un seguro de vida.
El funcionario añadió que ellos tienen la facultad de solicitar más seguridad si el riesgo en contra de su vida o la de su familia aumenta.
Los fiscales que manejan estos expedientes envían a sus superiores informes periódicos de las posibles amenazas.