Gustavo Jalkh, presidente del Consejo de la Judicatura, y José Serrano, ministro del Interior, visitaron Pedernales. Foto: EL COMERCIO
14 mediadores de conflictos trabajarán desde mañana, miércoles 27 de abril, de forma itinerante en los albergues que operan en Pedernales, uno de los cantones manabitas más golpeados por el terremoto. Eso lo anunció Gustavo Jalkh, presidente del Consejo de la Judicatura, durante una visita que hiciera esta tarde a la localidad.
El funcionario saludó con las personas que actualmente habitan el albergue Nueva Esperanza, un refugio que funciona en la cancha del colegio Técnico de Pedernales. Y dijo que los mediadores se encargarán de solucionar de forma pacífica posibles situaciones que se pudieran generar de la convivencia en los albergues.
“Es un espacio donde hay muchas personas y es importante mantener buenos niveles de convivencia. Y también otro equipo técnico dará apoyo psicológico a las personas que se han visto afectadas por las pérdidas de sus familiares y de sus bienes”, sostuvo Jalkh, quien recorrió la ciudad junto con el ministro del Interior, José Serrano.
Desde la semana anterior, la Judicatura también levantó un punto de flagrancia en Pedernales. En esta oficina se dirimen las detenciones de sospechosos de delitos. Estos mismos puntos operan en Manta, Portoviejo, Jipijapa y Bahía, otros sectores afectados por el terremoto de 7.8 que sacudió la Costa del país.
La Unidad Judicial de Pedernales funcionaba en un local alquilado por la Judicatura, pero ahora está destruido. Jalkh dijo que la nueva dependencia se reactivará en los próximos días, con todos los servicios judiciales.
“Igualmente en esta semana serán reactivados todos los servicios de justicia en la provincia de Manabí. Solo nos quedaría pendiente la Corte Provincial que funciona en Portoviejo; ese edificio fue muy afectado, pero ya estamos con alternativas de reubicación“, apuntó Jalkh.
Según la Secretaría de Gestión de Riesgos, en Pedernales hay cuatro albergues oficiales: Villegas, 31 de marzo, Nueva Esperanza, y Nuevo Terminal. En estos cuatro espacios están refugiadas unas 900 personas.