¿Estarán conscientes de que si la prensa hubiese callado no estarían en el poder? Porque si la prensa hubiera callado no nos habríamos enterado de los abusos del poder y la corrupción de gobiernos anteriores. No habríamos generado durante 30 años la necesidad de un cambio democrático para un mejor Ecuador.
Gracias a la prensa ustedes están en el poder, pero a diferencia de los gobiernos anteriores, que no callaron a la prensa -aunque ganas no les faltaron- ahora quieren silenciarla.
Saben que una prensa libre que ejerce el derecho a la libre expresión y permite que lo ejerzan los ciudadanos, critica y descubre los abusos y corruptelas del poder.
Ustedes no desean que eso ocurra porque saben que si hay un pensamiento libre no durarán el tiempo que se proponen estar en el poder.
Si la prensa calla ustedes podrán durar un poco más en el poder, pero solo un poco. Porque la historia ecuatoriana es rica en luchas por las libertades.
El ejercicio del poder en democracia desgasta y exige alternabilidad. La revolución ciudadana juega a evitarlo, anulando críticas y matando libertades. Nadie lo ha podido y menos ahora.
Al decir ‘ustedes’ me refiero a aquellos que han claudicado, porque también hay quienes estando en la orilla del poder no han abandonado sus principios. No se sientan solos, existimos ciudadanos que les observamos y apoyamos en su lucha dentro de un grupo complaciente con el poder y las delicias pasajeras que éste trae.
Los momentos de expectativa y meditación se agotan. Es el momento de la lucha y la resistencia apasionada por algo que no nos han regalado. Nuestra libertad de expresarnos es fruto de luchas incesantes de nuestros antecesores. Nosotros tenemos que demostrar que somos dignos herederos de esa lucha y que estamos dispuestos a darla cuando la situación lo requiera.
Hoy esta resistencia necesita nuestro contingente. Si la prensa calla se callará a los individuos que no solo discrepan del poder sino que también tienen ideas brillantes y de creación sublime. Se pretende que esto ya no venga de todas las direcciones democráticas sino solo desde aquella donde apunte el cañón del totalitarismo.
Si la prensa hubiese callado habría sido porque fue reprimida por una ley como la que pretenden ahora. Si hubiese sido así, ya habríamos vivido el totalitarismo y la consecuente resistencia para volver a la democracia.
Los tiempos y las acciones se han postergado, pero ahora la lucha apremia. Como la prensa no calló ustedes llegaron al poder usando las libertades de una sociedad democrática. Ahora quieren reducirlas para durar en el poder, utilizando un peligroso atajo totalitario en lugar del juego limpio de la democracia.