Una vez que se compacta el hormigón, las dovelas son transportadas con maquinarias. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
Las estructuras que darán el soporte necesario al túnel del Metro, denominadas dovelas, están ya en construcción. Su fabricación se realiza en las fábricas de Quitumbe, en el sur, y en El Labrador, en el norte.
Una vez que las tuneladoras empiecen a perforar la tierra, las dovelas se emplearán para recubrir el interior del túnel. Conforme avance la excavación la misma maquinaria (tuneladora) colocará, cada metro y medio, siete de estas piezas de hormigón armado para conformar un anillo de 8,43 metros de diámetro.
En cada anillo se emplearán seis dovelas de 4,3 metros por 1,5 y una de 2 metros por 1,50. Estas se fijarán a la tierra con un material denominado mortero y pernos.
Para recubrir todo el interior del túnel, que tiene 22 kilómetros de longitud, se requerirán de 98 000 de estas piezas. Con estas se conformarán 14 000 anillos, desde Quitumbe, en el sur, hasta El Labrador.
Por esto, antes de que arriben las tres tuneladoras a la ciudad, desde la semana pasada se inició la elaboración de estas pesadas estructuras.
“Es necesario tener en stock dovelas para empezar con la construcción del túnel”, explicó Mauricio Anderson, gerente de la Empresa Metro.
A diario, en ambas fábricas, se tiene previsto construir 30 de estas piezas, para lo cual se trabajará durante las 24 horas con el fin de cumplir con la demanda de estos materiales.
En promedio, el proceso de elaboración de cada una de estas fichas de hormigón toma alrededor de cinco horas. En cada una se emplea cerca de 1,5 metros cúbicos de hormigón.
Durante el recorrido realizado ayer por la fábrica de El Labrador, en el norte, se constató que el material es colocado en grandes moldes metálicos que tienen una forma parecida a una letra ‘C’.
Luego estos ingresan a una cámara especial de vapor de agua para que se compacte el material a una temperatura de 60 grados.
Cumplido este paso, los moldes son abiertos con herramientas especiales y la dovela, ya lista, es transportada hacia un área para numerarla y, finalmente, ubicarla en la parte exterior para que su secado.
Una dovela terminada pesa cerca de cuatro toneladas. Y cuenta con unas ranuras especiales para que al momento de instalarlas se ajusten entre sí.
Toda la construcción de estas partes se hace con maquinarias automatizadas y personal capacitado.
En la instalación de la fábrica de dovelas de El Labrador se invirtió aproximadamente USD 5 millones, precisó el alcalde Mauricio Rodas, quien junto a Anderson participó ayer de este recorrido.
Los recursos asignados para estas instalaciones corresponden al anticipo de USD 261 millones, entregados inicialmente al consorcio constructor Odebrecht-Acciona. Por ahora no está contemplado realizar un nuevo desembolso, enfatizó el Alcalde.
La asignación de recursos económicos se realiza conforme avanza la obra. Hasta la fecha, el Metro de Quito tiene un avance del 10%. En esta etapa del proyecto se emplean directamente a unas 2 400 personas.
Para los próximos meses se estima que se incrementará personal, para ensamblar y operar las tuneladoras.
La primera de las tres maquinarias que se usarán para hacer el túnel llegará en los próximos días al puerto de Guayaquil y desde ahí será transportada en piezas, dentro de contenedores, hasta Quito.
La llegada de la primera tuneladora a la capital está planificada para el próximo 6 de diciembre. Esta empezará a operar a inicios del 2017. Las otras dos arribarán entre diciembre y enero. Y su funcionamiento se hará, de igual manera, a partir del siguiente año.
Mientras esto ocurre, en las fábricas de dovelas se aprovechará el tiempo para que estas piezas de hormigón se sequen. Este proceso demanda en promedio de entre 28 y 30 días, refirió Édgar Jácome, exgerente de la Empresa Metro de Quito.
Las dovelas son claves en la construcción del túnel subterráneo. Estas piezas son una especie de sello de seguridad, que brinda estabilidad luego de perforar la tierra.
En contexto
La construcción del túnel subterráneo está planificada para inicios del 2017. Una vez que estas maquinarias empiecen a extraer el material, se colocarán piezas de hormigón para revestir la estructura por donde circulará el