Redacción Quito
El plazo para la primera revisión de los vehículos de transporte público vencerá el 30 de junio.
En el centro de revisión vehicular de Guamaní, en el sur de Quito, la afluencia de choferes con sus unidades es escasa. Hasta las 11:00 de ayer, ingresaron 38 automotores. Pero días antes de la finalización del plazo, la cifra supera los 300 automotores a esa misma hora, asegura un funcionario del centro.
Édison Rodríguez, quien atiende una mecánica en las afueras, coincide en que el flujo de vehículos es bajo. El mecánico dice que en el día realiza entre cuatro y cinco ajustes para que los autos puedan aprobar la revisión.
Ayer, por ejemplo, la buseta escolar de José Chiliguano pasó sin problemas en la primera revisión. En tanto que Galo Salinas, conductor de la unidad 148 de la línea Guajaló – Universidad Central, no tuvo tanta suerte. Su vehículo excedió los límites de opacidad y debe ser calibrado para volver a una segunda revisión.
Salinas dice que 130 buses de los 150 que tiene la empresa pasaron la revisión. “El resto lo hará antes de que se inicien los operativos”. El vocero de la Policía de Tránsito, Juan Zapata, dijo que los controles se reanudarán una vez que se renueve el convenio entre la Policía y la Corporación para el Mejoramiento del Aire (Corpaire).
La Corpaire señala que 867 buses, de los 2 767 que circulan en Quito, aún no se presentan a la primera revisión. Al menos 3 000 vehículos de transporte público aún no cumplen con el control obligatorio. El incumplimiento del transporte escolar alcanza el 17% y el de los taxis el 15%.
Dos sitios atienden
Los dos centros de revisión de transporte público, en Calderón y Guamaní, atienden de 08:00 a 17:00 sin interrupciones. Los sábados, de 08:00 a 12:00.
La multa por incumplir con la revisión en el plazo fijado es de USD 50. Para quienes no hayan asistido a la revisión luego de ser citados es de USD 200.