Vestidos con colores de la bandera tricolor, los lojanos vivieron la emoción del fútbol en bares de la ciudad. Los más concurridos fueron los de la ciudadela Zamora, conocida como la pileta. Asimismo, los restaurantes ubicados en los parques centrales fueron el escenario para vivir las jugadas de la tricolor.
En el tiempo complementario del encuentro Ecuador-Honduras, la asistencia fue masiva. Los lojanos celebraron el segundo gol que lo marcó Énner Valencia.
Aunque eran pocos los autos que circulaban por las calles durante el encuentro deportivo, sus conductores se unían a la algarabía pitando constantemente, para alentar a la selección. Además, los lojanos agitaban las banderas y banderines tricolores desde sus balcones.
Mientras que los taxistas y conductores de las unidades de transporte escuchaban atentos la transmisión en la radio y estaban pendientes de los movimientos del equipo ecuatoriano.
La celebración se trasladó a las calles al finalizar el partido, con pequeñas caravanas de vehículos.